Aún estaba algo adormecido, pero el frío que sentía su cuerpo semidesnudo le hacía temblar de manera que no podía conciliar totalmente el sueño. Su cuerpo estaba entumecido del lado en el que se apoyaba, con sus manos todavía atadas detrás de la silla.
Last Heaven
Nota de RUKI: Se recomienda leer primero el fic's y luego escuchar el audio
Título: Last Heaven
Autora: Adari Amani
Couple: JaeMin
Extensión: OneShot
Género: Asesinato, Lemon, Lime
“Cuando yazca debajo de la tierra,
mis equivocaciones no le causarán ningún problema a tu pecho”
El Lamento de
Dido; Dido y Eneas
Aún estaba algo adormecido, pero el frío que sentía su cuerpo semidesnudo le hacía temblar de manera que no podía conciliar totalmente el sueño. Su cuerpo estaba entumecido del lado en el que se apoyaba, con sus manos todavía atadas detrás de la silla.
Abrió
lentamente los ojos, en realidad no quería abrirlos, no quería ver la realidad
en la que estaba inmerso, quería dormirse de nuevo para jamás despertar. Pero
ya hacía un buen rato que estaba jugando al muerto, y su cuerpo entumecido le
pedía a gritos intentar remediar la situación. Abrió sigilosamente los ojos,
casi tímidamente y vio una puerta abierta delante de él desde la cual llegaba
el sonido del piano.
Su expresión
era cansada pero el brillo taciturno de sus ojos negros escondía algo: la
tristeza. Una tan profunda que le agotaba y desganaba a tal punto que incluso
si su cuerpo ardía en dolor por sus músculos atrofiados el no encontraba el
deseo ni la fuerza para intentar moverse.
De repente
la música dejo de sonar y él se quedo mirando fijamente la puerta.
El joven de
cabellos castaños entro a la habitación y se le quedo mirando un instante desde
la puerta antes de sentarse en una silla cerca de ahí.
_ ¿Qué haces
Changmin?- le pregunto mirándole desde detrás de los cabellos negro que cubrían
su rostro.
Changmin se
levanto y le enderezo la silla para que pudiera estar sentado. Luego volvió a
sentarse.
Su cuerpo se
sintió un poco aliviado por descargar la presión. Luego de inspirar hondo le
volvió a mirar.
_ ¿No vas a
contestar?
_ No estas
preguntando lo que quieres saber de verdad.
_ ¿Qué podría
querer saber más que esto?
_ Lo que te
preguntabas ayer. Parecía que se te iba la vida intentando averiguarlo.
Su expresión
quedo helada, en ese instante no respiraba. En sus ojos profundos el dolor
afloraba como queriendo tragarlo.
_ ¿Qué
hiciste?- su voz se quebró.
Torció una
sonrisa mientras cruzaba sus brazos sobre el pecho.
_ ¡¿Qué
hiciste?!- gritó abalanzándose hacia delante para alcanzarlo, pero solo logro
caerse con la silla. Desde el suelo comenzó a retorcerse mientras las lágrimas
afloraban como una tempestad- ¡Changmin! ¡Dime ¿Qué hiciste?! ¡¿Qué le has
hecho?! ¡Contesta!
Saco del
bolsillo algo que aventó junto a su cara. Él lo miro y vio el anillo manchado
de rojo. Mordió sus labios y lloro silenciosamente.
_ Fue lo
ultimo que vio, yo sabía que le quedaban unos segundos así que me senté a su
lado a esperar. Ella estaba en silencio con la cara cubierta en lágrimas y
sangre, pensé que estaba en estado catatónico por el dolor pero me di cuenta
que miraba algo. Era su mano izquierda que deje a unos centímetros de ella a la
altura de su cabeza. Ella miraba ese anillo que tenía puesto en el dedo. Supe
que era algo que tú le habías dado, porque cuando la vi en el auto ella lo
estaba mirando también, con una sonrisa tonta en el rostro…- se acomodó en la
silla y miro hacia la ventana- Me molesto mucho esa sonrisa, creo que de no haberla
visto en aquel momento no habría sido tanto lo que le hubiere hecho. Bastaba
con alejarla de ti, pero me molestaba esa sonrisa y quería borrársela del
rostro. Pensé que si sufría lo suficiente no volvería a sonreír nunca más, así
que me esforcé en eso. Pero al final no lo logre- torció a mirarlo- ella sonrió
sobre el final… estaba llorando, pero sonreía… Seguramente pensaba en ti y por
eso sonreía, pero sabía que no volvería a verte por eso lloraba…
_ ¿Llamo mi
nombre…?- preguntó con un hilo de voz.
_ Todo el
tiempo…
Cerró sus
ojos para contenerse, pero las lágrimas podían vencer a los párpados y
derramarse sobre el suelo.
_ No tienes
por qué ponerte así… Pronto habrá acabado para ti… Eres mi hyung y fuiste mi
amigo… en honor a esa amistad te concederé un último deseo… Dime que ¿Qué
deseas?
Jaejoong le
miró por un instante y luego miro el anillo.
_ Pon ese
anillo en mi dedo…
La expresión
de Changmin se volvió severa, se abalanzó sobre al anillo, lo tomó y lo aventó
por la ventana.
_ ¡No te
burles de mí!- le dijo mientras le asestaba un patada en las costillas.
Jaejoong
tosió en el suelo, Changmin tomo la silla y lo levanto con ella.
_ ¿Realmente
no lo entiendes?- dijo inclinándose hacia el- ¿Cómo es que hallamos llegado a
esta instancia y tu no sepas por qué?
_ ¿Lo has
hecho por causa de ella?
_ No es lo
que tú piensas…
Sostuvo su
mentón con fuerza mientras se inclinaba hacia él cerrando la mandíbula con
fuerza. En su mirada las lágrimas se agrupaban convirtiendo sus ojos en
cristalinos manantiales. La casi sonrisa temblaba en su rostro mientras su
corazón golpeaba con fuerza dentro de su pecho y el nudo de su garganta lo
ahogaba lentamente.
Jaejoong le
sostuvo la mirada con sus ojos cansados. Aquellos ojos negros no reflejaron
ningún dolor, ningún arrepentimiento, ninguna culpa, ni siquiera el odio, mucho
menos el amor. Solo estaba su propio reflejo inmerso en los ojos negros,
ahogándose en ellos. Solo podía verse a sí mismo, su burda expresión
contrariada entre la sonrisa apenas empezada en los labios y las lágrimas
queriendo romper a mar.
Se vio en
ellos, vio como lucía su rostro, vio como lucía él en ese momento y lo odio. El
dolor ardió en aquella ira insensata que propicio un golpe en la aterciopelada
piel de Jaejoong para conseguir apartar esos ojos de él. Busco un cuchillo
sobre la mesa, aquel reflejo desaparecería cuando los espejos lo hagan. Así que
lo empuño con fuerza y recogió por lo pelos la cabeza para encestar el golpe.
Pero debajo de los mechones de cabello negro estaban sus ojos reflejándole de
nuevo.
Dejo caer el
cuchillo de sus manos mientras rompía a llorar cayendo de rodillas, apoyando su
cabeza en su regazo.
_ ¿Por qué?
¿Por qué?- se preguntaba- ¿Cómo es que no puedo hacerlo?- las lagrimas fluían
en un llanto desconsolado, rompían a mar en su misma desesperación- ¡¿Cómo es
que puedes hacer esto?!- exclamó levantando su mirada a él, quien lo miraba
inexpresivo sentado en una silla de madera con el torso desnudo y varios hilos
de sangre bañándole el cuerpo- ¿No vas a decir nada?- preguntó agitado.
Se levanto y
empezó a dar vueltas en la habitación, con el rostro húmedo por las lágrimas
que todavía no se detenían.
_ Es porque
siempre has sido así… que yo no logro estar en paz- le reclamo desde el medio
de la habitación torciendo hacia él.
_ Dime
ahora- finalmente dijo- ¿Qué has sentido?
_ ¿Qué he
sentido?- replico- ¡¿Qué he sentido?!- exclamó- ¡¿No ves como me siento?!
¿Nunca has visto como me siento?
Jaejoong
rehuyó la mirada dirigiéndola hacia la ventana que daba hacia el patio. Su rostro
se ilumino con la luz blanca que por ahí entraba; mientras observaba el paisaje
nevado de un lago en medio de las montañas.
_ ¡Mírame!-
exigió mientras sacudía con fuerzas sus hombros dejándole marcas en su piel
blanca- ¡Yo estoy aquí! ¡No estoy muerto! ¡¿Cómo puede ser que te de los
mismo?! ¡Mírate!- de nuevo la conmoción apago su voz en llanto, cayo de
rodillas sobre sus piernas y apoyo su cabeza en su regazo- mira lo que me has
hecho hacerte…
Jaejoong lo
miro de nuevo inexpresivo mientras sentía como las lágrimas le mojaban el
pantalón con una calidez que pronto se esfumaba.
_ ¿Me dirás
ahora lo que sientes…?
Sus
convulsiones y su llanto se calmaron y mas serenado contestó mientras miraba a un
punto perdido, aun apoyando su cabeza en su pierna.
_ La gravedad
me abandonaba… cuando te veía- dijo con voz serena- si tu pudieras sostenerme,
no me iría flotando a ningún lado… era como desfallecer, perdía las fuerzas
poco a poco y esperaba expuesto a tu respuesta… como si me quedase desnudo
parado en medio de la nada, una absurda tranquilidad que nacía de mis ansias,
me decía que vendrías a cubrirme con tu piel… y entonces esperaba, espere
largamente y tú nunca llegaste… empezaba a tener frío, a tener miedo, solo
quería llorar… y lloraba largamente solo en los rincones… lloraba hasta
desfallecer y me sentía mejor, me gustaba llorarte era mi manera de amarte…
¿Sabes? Cuando a veces desaparecía, estaba escondido llorando en un rincón,
todos los días lo hacía. Odiaba que me interrumpieran, ese era mí momento, mi
momento de amor… Cuanto te amaba- le dijo mirándole con lagrimas en los ojos,
sonrió sutilmente y volvió a hundir la cabeza en su regazo- Te amaba tanto que
me dolía mucho, era demasiado para mi joven corazón y por eso debía llorar
mucho para liberarlo del ahogo en el que sumergías. Podía pasar toda mi vida
así, anhelándote en el más absoluto silencio, saboreando cada instante en el
que me mirabas, cuando me hablabas, cuando me sonreías, cuando decías que era
tu amigo y me amabas… mordía mis labios para no gritarte que yo también te
amaba ¡tanto que no cabía en mis palabras! Pero debía callar y verte esperar
por una muestra de reciprocidad que no podía darte, porque sabía que no sentías
lo mismo. No como yo lo sentía. Ese era mi dolor de todos los días y mi amarga
alegría ¡ay, de mi amor agridulce por el que me perdí! Hyung… ¿Por qué? Dime-
sostuvo su rostro con ambas manos, mirándole con ternura y dolor- por favor
¿dime por qué?- le suplicaba en lágrimas- ¡¿Por qué la amaste a ella?!- de
repente pareció como si todo el dolor que guardaba se volcaba en un llanto
inconsolable- ¡¿Por qué?! ¡Si yo te amaba más que nadie en este mundo!- se
desmorono y quedó sentando frente a él en el suelo- ¿Cómo me pudiste hacer eso?
¿Cómo pudiste…?
Jaejoong le
miro largamente pero su expresión no mostro cambio alguno.
_ ¿Sabes…?-
murmuro mientras miraba hacia la nada- una vez soñé… soñé que estábamos juntos
debajo de un árbol, tu sostenías mi cabeza en tu regazo y la acariciabas… me
sentí tan feliz que desperté llorando… y llore más cuando me di cuenta que sólo
lo soñaba… tu estabas compartiendo cuarto conmigo ¿recuerdas? Me preguntaste
porque lloraba tanto y yo no podía contestar. Me abrazaste y te quedaste
conmigo hasta que me dormí. He recordado esa sensación, la de tus brazos, todas
las noches…
_ ¿Por qué
no le dijiste a tu hyung lo que te pasaba Changmin? ¿Acaso no te dije que
podías decirme cualquier cosa?- le pregunto.
_ ¿Y si me
dejabas?- le miro largamente con expresión de dolor- ¿si ya no querías saber
nada más de mí? Tenía miedo de perderte…
Agacho la
mirada oscureciéndola en las tinieblas de su rostro.
_ ¿Ves? No
he mentido… ni siquiera he podido hacerte daño… Quise, lastimarte, quise
borrarte, quise hacerte sentir en la carne lo que ha sentido mi alma. Pero no
puedo, no puedo… y vuelvo a preguntarme ¿Por qué no me amas?
Se levantó
fue hasta él y abrió las esposas que ataban sus manos. Las cambio por un juego
de grilletes que ataban sus manos por una cadena de cincuenta centímetros, la
misma estaba prendida a otra cadena que conectaba con los grilletes de los pies
también separados por una cadena de cincuenta centímetros.
_ Toca para
mí…- le dijo.
Jaejoong le
miró confundido.
_ Toca el
piano que esta en la sala… toca para mí una sonata de amor… como si me amaras…
toca para mí.
Jaejoong se
levanto con dificultad por las heridas de su cuerpo, algunos cortes de navajas
y varios golpes. Salió de ese cuarto que era como un depósito y fue hasta la
sala de la cabaña donde encontró el piano contra la pared. Aquel pequeño
esfuerzo de trasladarse le había robado sus fuerzas, se sentó con dificultad y
comenzó a tocar entre gemidos por el dolor de sus heridas una sonata: Claro de
luna de Beethoven.
Changmin se
sentó en el sofá a solo unos pasos de él y le miro mientras tocaba, ahora más
sereno.
La música
angustiosa de la sonata se mezclo con los gemidos ahogados de Jaejoong por el
dolor y los sollozos de Changmin que pronto lo embargaron de nuevo. La
atmosfera se cargo del sonido de dolor y angustia que hechizaban sus mentes y
las dirigían en espiral descendente.
Como un acto
de pasión se envenenaba con el dolor y el odio, la angustia y el amor. El éxtasis
que la música le provocaba se asfixiaba junto a su dolor. Changmin se hundía
entre el éxtasis y la angustia, la sensación de placer y el más profundo dolor.
Súbitamente
se levantó y fue hacia él y lo abrazo por la espalda con tal fuerza que hizo
que Jaejoong soltase un gemido.
_ Hyung…- le
susurro al oído con la respiración acelerada.
Jaejoong
paró la música y se quedo inmóvil sintiendo como su respiración también se
aceleraba.
_ En aquel
momento- le dijo- te abracé con desesperación… no entendía tu dolor y solo
quería apaciguarlo. Me desesperé al verte, al pensar que alguien podía hacerte
daño, odie al mundo por hacerte llorar… ahora que lo sé, me odio a mi mismo…
Mis brazos temblaron cuando te estreche con fuerza, queriendo retenerte a mi
lado para siempre, queriendo guardarte dentro mío para que nadie más pudiera
alcanzarte. Pero sentí culpa de aquel placer que me causaba tenerte en mis
brazos, sentí culpa por sentirme de esa manera, mis sentimientos estaban
equivocados, están equivocados, estamos equivocados… pero no quiero estar bien,
no quiero estar en lo cierto si me gusta. Si me gusta estrecharte contra mi
cuerpo y sentir tu respiración, tus palpitaciones ¡Ay, de mí cuando
apasionadamente te abrace y me obligue a contenerme!- comenzó a hiperventilar
mientras cerraba sus ojos apoyando su cabeza en la cabeza de Changmin que
descansaba en su hombro- ¡El verte dormir y morder mis labios para que no te
robaran un beso! ¡Un beso de tus labios húmedos, una caricia de tu cuerpo
helado! Llenarte de mi calidez y arroparte en mis brazos ¡Todo eso estaba mal
pero yo no quería estar bien!- exclamó.
Entonces
Changmin lo beso apasionadamente, con tanto ardor que casi mordió sus labios
rojos. Sus brazos lo envolvieron y lo hicieron caerse del banco al piso donde
se monto sobre él para continuar besándole la boca, el rostro, el cuello… Saco
las llaves de su bolsillo y le quito los grilletes. Jaejoong se irguió y le fue
arrancando la ropa con la fuerza que le daba el éxtasis. Changmin se subió a él
para continuar besándole su cuerpo, su rostro, sus miembros… pero Jaejoong lo
aparto con fuerza.
_ Ve a la
habitación- le dijo.
Changmin
entre la confusión y el placer se levanto y fue hacia la habitación.
Jaejoong
también se levanto, algo tambaleando por el dolor de su cuerpo paso su mano por
sus labios y miro a su costado.
Changmin se
sentó sobre la cama, Jaejoong llegó detrás de él desatando el cinturón de su
pantalón.
_ Hyung…-
murmuro con una sonrisa, todavía no creía lo que estaba sucediendo, pero no
quiso detenerse a pensarlo. Era el
momento que había estado esperando y quería disfrutarlo. Pero había algo en la
mirada de Jaejoong que lo inquietaba. Una mirada oscura sin un atisbo de
ternura.
Con su
pantalón desprendido fue hacia el agresivamente, lo empujo boca abajo en la
cama y se subió sobre el.
Changmin
soltó un gemido que intento ahogar mordiendo el acolchado blanco de la cama. El
dolor que antes sentía su alma ahora se trasladaba a su cuerpo. Todas sus
fibras temblaban en el placer y el dolor ¿si todo estaba mal desde un principio
por qué ese momento iba a estar bien para él? La primera vez que lo tocaban de
esa manera y el solo podía enmudecer en gemidos ahogados, mientras mordía el
acolchado blanco. Pero eso estaba bien para él, porque detrás de todo eso
escondía una sonrisa mientras los minutos pasaban y la luz blanca que entraba
por la ventana encandilaba sus pupilas.
Su alma
halada y herida, rasgada por la pasión en la cual sus cuerpos se trenzaron se
adormecía en el vuelo de su esperanza desesperada. La mente no le respondía, se
hundía bajo las aguas del naufragio, bajo la tempestad que derribo el barco
donde viajaba su cordura. Derribando todas las barreras, hiriéndose mutuamente
hasta llegar a la absolución. Quemándose
en las llamas de la pasión desenfrenada donde el alcanzo su felicidad.
Jaejoong se
recostó sobre él, sujetando las manos de Changmin y estuvieron en silencio un
momento mientras oían la respiración del otro, mientras sentían sus
palpitaciones aceleradas, la piel que casi ardía.
El placer se
había fundido con el dolor, y el amor con el odio. Todas las barreras se habían
desmoronado y las distancias se habían desvanecido. Todos los opuestos se
habían fundido en una ponzoñosa certeza de la que nadie sabía, de la que nadie
entendía. Hundían sus mentes en la nada de sus pensamientos buscando luces en
la oscuridad que cegaba sus ojos.
Todo lo que
pudo ser, todo lo que era, mezclado cruelmente en la última parada hacia el
infierno, en el último cielo donde ellos se encontraron para perderse para
siempre.
_ ¿Estas
bien?- le pregunto al oído.
_ Si…-
susurro.
_ ¿Lo
disfrutaste?
_ Si…
_ ¿Era esto
lo que querías?
_ Hyung, yo
te amo…
_ Entonces
¿Por qué me hiciste esto?
Lo miro
confundido por la rendija del ojo.
_ Sí era
esto lo que querías ¿Por qué la mataste? ¿Por qué me torturaste? ¿Por qué has
hecho todo esto? Dime y no me mientas. No digas que fue por amor, dime la
verdad.
Changmin
quedo en silencio mientras miraba la nada.
Jaejoong se
levanto y se subió el pantalón, Changmin hizo lo mismo e intento sentarse en la
cama de costado.
_ ¿Qué dirás?
Tienes que decirme algo- sus ojos se llenaron de lágrimas- he cuidado de ti por
años, estuve para ti cada vez que lo necesitaste, deje muchas cosas de lado por
ti ¿no era suficiente? Me has traído aquí y me has tratado como un perro, a mí,
después de todo lo que hice por ti. Y si era así ¿Por qué tenías que matarla?
Dime ¿Por qué la involucraste?- una lágrima surco su rostro.
_ Tú la
involucraste- murmuro.
_ ¡No me
digas esa mierda!- hizo una pausa para contenerse- Dime ahora porque has hecho
esto ¡Dime la verdad! Fue por celos ¿verdad? Por eso la mataste… por eso me
hiciste esto…
_ Te he
dicho que te amo…
_ Si me
amabas ¿Por qué me arruinaste la vida?
_ Para con
esto…
_ Ya no
queda ningún lugar para nosotros, todo se acabó para ambos…
_ Tú has
querido que sea así…
Jaejoong se
llevo la mano al rostro mientras esbozaba una expresión adolorida y las
lágrimas fluían.
_ De todas
las personas en el mundo, nunca imagine que fueras tú el que me fuera a hacer
algo como esto… Yo hubiese dado mi vida por ti- le miro fijo- y tu solo has
sabido responderme comportándote como una real mierda.
Changmin
agacho la mirada y volvió a romper a llorar.
_ Jamás te
lo perdonaré…
Le miro un
instante y saco del bolsillo trasero de su pantalón la navaja que él había
dejado en el sofá. Changmin le vio y trato de ir hacia la puerta pero Jaejoong
se interpuso y la cerró. Caminaba con dificultad por lo que no podía moverse
como antes.
_ Hyung…-
susurro y al instante Jaejoong le clavo la navaja en el estomago.
Changmin
puso su mano sobre la herida y vio la sangre.
_ Hyung…-
susurro con una mano sobre la herida y con la otra extendida hacia él- muere
conmigo…
_ Muere
solo.
_ No… no
quiero morir así…- dijo entre sollozos
mientras tambaleaba por la habitación- no se suponía que fuera así… tu
ibas a morir y yo contigo… estaríamos juntos en la muerte…
_ Estarás
solo.
_ ¡No!-
exclamó derrumbándose sobre la cama.
Jaejoong lo
acomodo sobre la cama que se cubría en gotas de sangre.
_ Quiero
dormir- le decía mientras le miraba a Jaejoong sentado junto a él- para soñar
que estamos debajo de ese árbol… para soñar que tu me amas y somos felices-
entonces rompió a llorar amargamente mientras la sangre fluía llevándole su
vida- ¿por qué? ¿Por qué me haces esto? Dime la verdad… ¿Es por ella?- le miro
por un instante a los ojos inexpresivos de Jaejoong adivinando la respuesta y
volvió a sollozar mientras iba perdiendo la conciencia.
_ No quiero
morir así… - susurró débilmente hasta que la luz de sus ojos se apagaron
derramando la última lágrima que surco su rostro.
Jaejoong le
cerró los ojos con la mano y se le quedo mirando largamente. Luego fue hasta la
cocina y tomo una botella de licor y un encendedor. Puso un pedazo de tela en
el pico de la botella y le predio fuego. La llevo a la habitación y la hizo
estallar en una pared de madera que rápidamente se envolvió en llamas. Él se
sentó en un sillón en un rincón de la habitación mirando el cuerpo sin vida de
Changmin. Y ahí se quedó mientras toda la habitación se envolvió en llamas, y
luego toda la cabaña incinerando sus memorias.
FIN
Romance Fatal
Nota de RUKI: Se recomienda leer primero el fic's y luego escuchar el audio
Título: Romance Fatal
Autora: NekoOrenji
Couple: MinJae
Extensión: OneShot
Género: Asesinato
NA 1: ADVERTENCIA Violencia y
muerte de personajes. Si no crees soportar leer un fanfic de este tipo, no lo
leas. No me hago responsable de nada.
Primer Acto
- Mataría por ti... -
dijo el más alto mirándo algún punto del espacio con los ojos algo vacíos, para
luego sonreír y mirar a su novio lindamente. - De verdad lo haría.
JaeJoong no supo qué
responder ante tal confesión, sólo abrió los ojos sorprendido para luego mirar
un poco hacia un lado.
- Ah... ¡jajajaja!
¡Qu-qué cosas dices, Changmin! - trató de bajarle el perfil al asunto. Le había
dado escalofríos pero lo tomó como un juego.
Changmin sólo se limitó a
devolverle la sonrisa.
"En verdad... no
sabes de lo que soy capaz."
----
Llevaban poco más de dos
meses de relación. Changmin y JaeJoong se habían conocido en la universidad,
ambos estaban en su segundo año de Comunicaciones, carrera en la que también
habían conocido a otros tres buenos amigos, Junsu, Yoochun y Yunho. Yunho y
JaeJoong se conocían desde la escuela media, por lo que siempre se bromeaban o
cosas por estilo.
Fue un día en el que
Changmin comenzó a sentir celos de la cercanía de ambos.
De la nada, Changmin
acorraló a Jae en uno de los baños de la universidad una vez estuvieron solos.
- ¿Qué es lo que quiere
Yunho de ti, eh? ¿Cómo es eso de ir a pasar la noche a su casa?
- Changmin ah, estamos
juntos en la exposición sobre los Teoremas de la comunicación, lo sabes. Y no
fue cosa mía, la profesora nos asignó a los dos...
JaeJoong tragó saliva
algo sorprendido de la actitud de su amante. Esos ojos que le habían cautivado
ahora se entrecerraban, dudosos, como queriéndo ver más allá de lo que, para
él, era la verdad absoluta.
- Esta bien - Changmin se
alejó dos pasos de él. - Te estaré llamándo - dijo, mientras se volteaba hacia
los lavabos.
- Espera, ¿qué? -
JaeJoong veía el reflejo de su novio en el espejo mientras abría el grifo para
lavarse las manos, mas no pudo ver sus ojos, sólo la seriedad en sus labios. -
Oh vamos, Yunho y yo somos muy buenos amigos, no tienes por qué estar...
- ¿Celoso? - cerró el
grifo para tomar un par de papeles tissue y secarse las manos, le sonrío
mientras los botaba al cesto de la basura. - Yo no estoy celoso amor...
"Sólo protejo lo que
es mío"
----
Esa noche el timbre sonó
en el departamento de Yunho, mucho antes de lo que él se esperaba. Tal vez
JaeJoong había salido antes del trabajo, suerte para ellos, así podrían
terminar temprano su exposición para luego jugar video juegos o ver películas.
Abrió la puerta sonriente, aunque se encontró con otra sorpresa detrás de esa
puerta.
- ¡Vaya! ¿Qué te trae por
aquí? - El otro hombre, un poco más alto que él, entró sin saludar. Yunho se
sorprendió un poco de la frialdad, se sintió algo incómodo y cerró la puerta. -
Toma asiento, justo estaba preparándo algo para cenar.
El recién llegado se
quedó parado en medio del living, dándole la espalda al mayor.
- No sé que te traerá por
aquí pero como ves, JaeJoong no ha llegado todavía - Yunho se llevó una mano a
la nuca, tratándo de calmar el nerviosismo que le producía el silencio del
otro. - Changmin... sé que amas a JaeJoong, pero de verdad, no íbamos a...
- Silencio - replicó
Changmin.
- ¿Eh?
- Silencio.
Yunho obedeció.
- ¿Sabes qué es lo que
más odio de ti? - Changmin volteó un poco el rostro, sin llegar a verlo. Yunho
agrandó los ojos lentamente, mientras su boca se abría un poco debido a lo que
escuchó. - El hecho de que siempre tengas esa maldita alegría cuando estás con
JaeJoong.
Yunho no alcanzó a
replicar, ya que Changmin se había avalanzado encima de él con un bate que
traía oculto en su abrigo, propinándole un fuerte golpe en la cabeza. El mayor
cayó en el suelo, sintiéndo como todo daba vueltas y un fuerte dolor se
apoderaba de él. Antes de que gritara Changmin comenzó a darle más y más golpes
en la cabeza, como poseído. El bate comenzaba a ensangrentarse, la alfombra
verde comenzaba a teñirse de rojo, pero Changmin no se detenía.
No fue hasta que se cansó
que dejó de golpear tan duro a un Yunho ya sin vida. Lo movío con el pie hacia
un lado, percatándose de que había logrado su cometido.
"Uno menos mi
amor... uno menos..."
Lanzó el bate lejos, el
abrigo era reversible así que se lo dió vuelta, comenzó a tirar cosas por toda
la casa, libros, cuadros, lámparas, ollas, todo lo que encontró a su paso. Una vez terminado con todo salió del departamento
de Jung Yunho, convencido de que había quitado una gran molestia del camino.
Segundo acto
Un mes pasó desde el
incidente de Yunho. La policía declaró que el joven Jung había sido víctima de
un robo en casa habitada con resultado de muerte. Sólo el arma homicida fue encontrada
en el lugar, pero ninguna huella que delatara al culpable. Las cámaras habían
grabado al presunto autor, pero la máscarilla, la boina y el abrigo que llevaba
no aportó suficiente evidencia como para culpar a alguien.
JaeJoong fue el más
afectado de los cuatro, ya que él había descubierto el cadáver de su amigo. Los
cuatro habían asistido a los funerales, y de todo esto habían pasado apenas
cuatro semanas.
No resistió más en la
clase, así que salió a refrescarse y despejarse un poco a los baños del tercer
piso. Abrió la llave del grifo, apoyándo sus manos en los bordes del lavamanos,
mirándo como el agua caía hasta que el sistema automático cerró la llave. Se
sentía absolutamente abatido, solo, como si le hubiesen arrancado una parte de
su vida.
- ¿Hyung...? - JaeJoong
levantó la vista para luego voltear. Junsu estaba allí, mirándole preocupado. -
Como saliste tan de prisa de la sala pensé que te sucedía algo así que vine a
verte.
Apenas terminó su frase,
JaeJoong abrazó al joven Kim, comenzándo a llorar quedito. Junsu sabía que él
no era de llorar o emocionarse fácilmente, así que podía adivinar que él había
estado aguantándo las lágrimas todo este tiempo. Luego de unos momentos
tratándo de confortarle en silencio se separó para verle el rostro lloroso a su
amigo.
- Hyung, tranquilo,
tenemos que pensar cosas positivas, ¿sí? Estoy seguro de que Yunho no hubiese
querido vernos tristes por él, hay que recordarlo como era siempre, ¿verdad?
Alegre, divertido, buen bailarín y todo eso. Pero ya... no llores hyung que me
parte el alma verte así...
Junsu también se secó las
lágrimas que amenazaban con salir, sabía que no podía hacer mucho más que
consolar a sus amigos, él mismo quería verlos sonreír siempre, a pesar de todo
lo que ha ocurrido.
Una sombra que los
observaba desde la entrada del baño de hombres ahora se alejaba por el
silencioso pasillo de la facultad.
----
Esa noche se habían
juntado en casa de Yoochun para terminar un proyecto en que estaban trabajándo,
llegó la hora de cada uno irse a sus respectivas casas, así que estaban
esperándo un taxi afuera.
- Aish, creo que mejor me
voy caminándo - dijo Junsu.
- Es un poco peligroso
que te vayas solo a estas horas - replicó JaeJoong.
- De todos modos el viaje
en taxi saldría más caro si voy con ustedes - sonrío Junsu. - Además queda más
cerca mi casa que los departamentos de ustedes. Bueno, ¡nos vemos!
Con su mochila a cuestas
comenzó a caminar.
- Aish, este Junsu... -
JaeJoong miraba como su amigo se iba.
- Tranquilo amor, va a
estar bien.
JaeJoong volteó hacia
Changmin.
- ¿Me dijiste amor?
- ... Sí. ¿Algún problema
con eso?
- No, ninguno... bueno,
tal vez es porque estamos solos... - sonrío. - Son raras las veces que me
llamas así.
Le regaló un pequeño beso
justo antes de que un taxi llegara al paradero.
- Entonces, nos vemos
mañana - se despidió JaeJoong mientras el taxi partía.
Changmin le despidió
agitándo una mano. Apenas el taxi se alejó lo suficiente, comenzó a caminar en
dirección a su casa.
Yoochun, quien desde la
ventana de su habitación podía ver el lugar donde sus amigos se habían quedado
aguardándo por locomoción, se percató de que Changmin iba en sentido contrario
al acostumbrado. Entrecerró los ojos, no quería pensar nada malo. Se había
percatado del cambio en Changmin desde que comenzó a salir con JaeJoong. Los
celos, las miradas, la frialdad. Todo eso le llevaba a sospechar, pero cada vez
más y más dudas llenaban su cabeza.
----
- Aigoo~ no debí meterme
en esta solitaria calle - se quejó Junsu.
En efecto, estaba en una
calle de servicio en donde la mayoría de las casas y edificios daban la
espalda, con poca iluminación y el silencio de una ciudad casi dormida a esas
horas de la noche. Un ruido lo hizo saltar, recobró el aliento al ver que un
gato le miraba desde un contenedor de basura. Suspiró.
- No me asustes
pequeño...
Y siguió caminándo.
De pronto escuchó pasos
detrás de si. Junsu sintió palidecer. Apresuró el paso un poco mientras
tarareaba una canción cualquiera. Maldición, ¿siempre había sido así de larga
esta calle? Las ansias y el hecho de sentirse perseguido le estaban desesperando,
hasta que sea quien fuese que lo venía siguiendo le tocó el hombro. Junsu soltó
un grito de pavor, girándose.
- ¡No me haga nada! ¡No
traigo dinero encima! - se volteó con los ojos fuertemente cerrados. Al darse
cuenta de que no le hacían nada, abrió un ojo y luego el otro. - A-aah...
e-eras tú... jeje me diste un buen sus-
No pudo seguir con su
frase, ya que el hombre más alto le había enterrado un cuchillo en el estómago.
Abrió los ojos sorprendido, comenzándo a temblar. De nuevo, otra estocada. Y
otra, y otra, y otra.
Cayó al suelo comenzándo
a toser, aferrándose la parte herida, sentía sus lágrimas correr y el dolor en
su abdomen. "¿Por qué...? ¿Por qué? ¿Qué hice para merecer este final?
No quiero morir... no así... tengo miedo... alguien sálveme..."
De una patada lo dejaron
a un lado, seguía quejándose de dolor, quería gritar pero no podía. Maldita la
hora en el que decidió entrar en esa calle. Lo último que alcanzó a ver fue la
silueta que ahora levantaba el cuchillo ensangrantado dispuesto a darle una
última estocada. Cerró los ojos con fuerza, encoméndandose a Dios.
Y el cuchillo fue clavado
directamente en su corazón.
Tercer acto
JaeJoong sentía que no
podía resistir más.
Había pedido licencia por
depresión y ahora se encontraba en su departamento junto a su gato Jiji y una
de sus hermanas mayores. El hijo menor de la ex Miss Corea del Sur había sido
asesinado una semana antes en una de las calles más peligrosas de Seúl.
Maldecía el hecho de no
haber obligado a Junsu a quedarse con ellos.
Yoochun y él se
mensajeaban, y Changmin le llamaba cada vez que podía. JaeJoong se preguntaba
muchas veces el por qué de toda esta situación.
"¿Por qué ellos?
¿Por qué Yunho? ¿Por qué Junsu? Necesito una respuesta, por favor alguien que
me dé una..."
Se la pasaba todo el día
en pijamas, en su habitación. No quería ver a nadie. Había bajado un kilo estos
días, había descuidado su aspecto físico, no quería comer, su hermana
prácticamente lo obligaba. Pero él se sentía descompuesto.
Estaba viendo la
televisión sin realmente prestarle mucha atención al programa de variedades
cuando su teléfono sonó. Como estaba un poco más allá en el sofá, se estiró
hasta alcanzarlo.
- Diga...
- Hey, JaeJoong.
- Hola Yoochun...
- Vaya, sí que estas de
ánimos hoy... - se quejó Yoochun. - En fin, mi padre ha encontrado nuevas
pistas sobre el caso del asesinato de Junsu.
JaeJoong se incorporó de
un salto.
- ¿¡De verdad!?
- Sí, al parecer el
asesino cometió varios errores esta vez.
- ¿Esta vez? ¿De qué
hablas Yoochun?
Yoochun guardó silencio
antes de soltar la verdad que él había estado sospechándo.
- El que asesinó a Junsu...
fue el mismo que mató a Yunho.
JaeJoong sintió que le
tiraban un balde de agua fría en la espalda.
- ¿Có... cómo?
- Verás... - Yoochun tomó
aire. - Aunque la policía dijo que se trataba de un robo con resultado de
muerte en una primera instancia, los resultados de la investigación de mi padre
han dado a conocer que realmente el asesino hizo parecer que había sido un
robo, pero nada se había perdido del departamento de Yunho. Dinero, sus
anillos, hasta su laptop todo estaba intacto. El asesino no dejó huellas, pero
las grabaciones del sistema de seguridad del edificio sí lograron captar al
sospechoso. Sin embargo, debido al atuendo de éste, es difícil dar un retrato
del maldito que asesinó a Yunho.
- Ajá... - JaeJoong
prestaba atención a las palabras de Yoochun.
- Luego, al revisar la
cinta de una cámara de seguridad de uno de los edificios cercanos al lugar en
donde Junsu fue asesinado, nos percatamos que el tipo tenía los mismos rasgos
físicos que el hombre que estuvo en el departamento de Yunho hace más de un mes
atrás - Yoochun tragó saliva. - Mi padre cree que el asesino...
- ¿Sí? ¡Yoochun no te
calles! Oh por favor, dime, ¿qué es lo que sospecha tu padre?
- Mi-mi padre cree que es
alguien cercano a nosotros...
JaeJoong dejó caer el
teléfono unos instantes para volver a colocarlo en su oído.
- Dime que es broma.
- No JaeJoong, no es
broma. Al parecer alguien nos tiene la suficiente bronca como para querer
matarnos... - Yoochun empuñó una mano. - Por favor, cuídate, no andes solo
JaeJoong, hasta que no tengamos las pistas y pruebas suficientes para apuntar
al culpable, hasta entonces cuídate las espaldas.
- Sí-sí, lo voy a hacer,
me cuidaré... Llamaré a Changmin para-
- ¡No! - le cortó
Yoochun. JaeJoong quedó extrañado ante la negativa del otro. - Mientras menos
sepamos mejor. Yo mismo llamaré a Changmin para advertirle que se cuide. No
quisiera... no quisiera que tú terminaras más deprimido de lo que ya estás...
- Esta bien... gracias
Yoochun.
- No hay de qué. Para eso
están los amigos - Yoochun sonrío. - Bueno, tengo que dejarte, el receso está
por terminar.
- Ok. Nos vemos luego
Yoochun. Y cuídate tú también, por favor...
- Yo siempre me cuido.
JaeJoong cortó el
teléfono, y un motón de pensamientos se le vininieron a la mente. Ahora estaba
más confundido que antes, no podía pensar en alguien que los odiara, ni
siquiera en alguien de su universidad que les tenga tanto rencor acumulado.
Y con esos pensamientos,
se quedó dormido en el sofá.
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Yoochun estaba más que
seguro de su conclusión. Pero no quería decirle a su padre, ya que había
revisado los antecedentes del caso secretamente. No podía llegar y decirle a su
padre de sus sospechas, de seguro que no le tomaba en cuenta.
Pero él no se quiso dar
por vencido. Estaba decidido a encarar al culpable. Sólo una prueba más y...
El teléfono de la casa
comenzó a sonar, un fax estaba llegando. Yoochun se encontraba solo en su casa,
sus padres habían salido a la cena anual del departamento de policía y su
hermano menor estaba en casa de unos amigos. Eran los resultados de la autopsia
que le habían practicado a Junsu, además de los resultados de las pruebas
entregadas al forense. Dejó que el documento se descargara totalmente antes de
tomarlo. Una vez finalizado el proceso, comenzó a ordenarlos para dejarlo en el
escritorio de su padre, sin antes echarle una ojeada a los resultados.
Abrió los ojos muy
sorprendido al leer que habían encontrado la ropa que había sido usada por el
asesino envuelta en una bolsa plástica de supermercado. La ropa estaba cubierta
de sangre y ya había sido analizada por el laboratorio. Además que un nuevo
antecedente se había sumado a la investigación, un video grabado desde un
departamento del momento del incidente.
Todas las pruebas
apuntaban a un sospechoso, y Yoochun reconoció el nombre que arrojaba el
resultado de ADN practicado a las ropas.
- No puede ser...
----
No sabía por qué le
habían citado en este lugar, y menos a estas horas. Estaba helando. Se frotó
las manos tratando de acalorarse. Estaba en el depósito de desechos de autos
que quedaba cerca del río Han.
- ¿Esperaste por mucho
tiempo?
El más alto volteó hacia
la voz.
- No sé para qué me has
citado aquí, tengo que ir a ver a mi novio JaeJoong, deberías ser consciente de
que él la esta pasando peor que nosotros dos con todo lo que ha sucedido -
espetó Changmin.
- Sí, es una pena todo lo
que ha sucedido, ¿verdad? El peso de la conciencia en la cabeza de esa mente
enferma debe ser grande... o espera, tal vez como la mente enferma que es ni
siquiera ha medido la consecuencia de sus actos - soltó Yoochun.
- ¿Y a mí qué me dices?
¿Acaso te las estás dando de detective, Park Yoochun? - se burló tranquilamente
Changmin. - No estoy para juegos, hay un asesino suelto afuera y yo tengo que
cuidar de JaeJoong, con permiso.
- Alto, que no he
terminado de hablar - Changmin se detuvo, sosteniéndole la mirada a Yoochun. -
No vas a ir a ningún lado.
Changmin se veía
tranquilo. Sabía que el padre de Yoochun era el jefe de la división de
detectives de la policía de Seúl y que llevaba el caso de Yunho y Junsu, si
Yoochun le había citado en este lugar de seguro era para hablar de sus
sospechas hacia...
No, eso no lo iba a
permitir. Tenía todo preparado en el caso de que Yoochun decidiera abrir la
boca, nada ni nadie iba a interferir entre él y JaeJoong. Estaba decidido a
acabar con cada bastardo o zorra que se le interpusiera en el camino. Y Yoochun
no iba a ser la excepción.
Sabía que Yoochun
sospechaba de él.
Y por eso tenía que
acabar con todo de una vez.
- Changmin, entrégate -
Yoochun hacia todo lo posible para contener su rabia y no lanzarse encima del
más alto para golpearlo. - Los resultados de las pistas han llegado hoy a la
casa y de seguro también al departamento de policía. Pronto comenzarán a
buscarte, será mejor que...
- ¿Qué? - Changmin sonrió
de lado. - No me asustas con eso.
Yoochun pudo ver
claramente como el rostro del más joven se transformaba con una sonrisa
desquiciada y chueca, mientras abría los ojos de un modo bastante psicópata sacando
un cuchillo de entre su abrigo.
- Nada ni nadie se va a
interferir entre JaeJoong y yo... ¡a menos que quiera acabar muerto!
----
- Aish... no sé para qué
Yoochun me citó aquí... -se quejó JaeJoong en la entrada del viejo depósito de
autos. Miró la hora en su reloj, las nueve con veintiocho minutos. Yoochun le
había dicho que a las nueve y media lo buscara dentro del lugar, 'ni un minuto
más, ni un minuto menos'.
Estaba esperando cuando
un ruido metálico de cosas cayendo desvío su atención. Algo estaba ocurriendo
dentro del depósito y lo ponía nervioso. Miró nuevamente la hora en su reloj.
Las nueve y media. JaeJoong decidió entrar.
- ¡Changmin, despierta!
¡Yo no soy tu enemigo! - Yoochun trataba de esquivar como podía los ataques de
Changmin, pero ya tenía un brazo sangrando.
- Todos ustedes malditos,
lo único que quieren es alejarme de mi Joongie, bastardos, vas a morir, sí, vas
a morir, justo como Yunho, hubieras visto su rostro desfigurado, el maldito ya
no volverá a sonreír, Junsu tampoco, su molesta risa ya no se escuchará nunca
más, ¡nunca!
Yoochun corrió alejándose
de Changmin, quien había comenzado a reír desquiciadamente.
- ¡Corre, corre tan
rápido como puedas! ¡No me podrás alcanzar! ¡HAHAHAHAHAHA...! Soy el hombre de
jengibre...
Yoochun se ocultó detrás
de unos autos, tomándose el brazo herido aguantando el dolor. Con su mano sana
tomó su celular para llamar a la policía. Se odiaba a sí mismo por haberse
dejado llevar por su impulso de idiotez. Alcanzó a decir su ubicación antes de
que el ruido de unos pies acercándose le hiciera temer por su vida, comenzando
a temblar. Su teléfono cayó al suelo cuando divisó la figura de Changmin cerca
de él.
Sus ojos sin brillo, la
sonrisa torcida y el cuchillo que tenía algo de su sangre le hicieron saber que
iban a ser sus últimos minutos con vida.
- Changmin por favor...
por favor recapacita... ¿crees que JaeJoong te amará más una vez sepa lo que has
hecho?
Pero Changmin no lo
escuchaba. Se acercaba más y más a él, que estaba prácticamente arrinconado.
Cuando Changmin se agachó delante de él sintió el poder de su turbia mirada,
comenzó a temblar más cuando la boca de Changmin le susurró al oído.
- Te encontré...
----
JaeJoong pudo escuchar
claramente un grito provenir de uno de los montículos de chatarra, e
inmediatamente reconoció la voz. Rápidamente comenzó a correr en esa dirección,
deseaba por dentro que su imaginación le hubiera jugado una mala pasada.
- ¿Yoochun? ¡Yoochun ah!
¡Yoochu-!
Y el peor de sus miedos estaba
presentándose frente a él.
Sentado en el suelo, en
medio de un charco de sangre, con el cuello cortado y la mirada perdida, el
cuerpo de Park Yoochun yacía sin vida apoyado en un viejo auto desmantelado.
JaeJoong sintió desfallecer, cayó de rodillas ante la aberrante realidad que le
era presentada a sus ojos.
- No... Yoochun ah...
no... no... ¡NOOO!
Las lágrimas comenzaron a
caer, sintió su estómago revuelto por lo que empezó a hacer arcadas,
aovillándose en el suelo. Las imágenes del rostro desfigurado de Yunho y ahora
el cuello cercenado de Yoochun comenzaban a atormentar su cabeza. Lanzó un
grito desgarrador negándose ante tal escena digna de una película de
psicópatas.
Con la vista nublada se
percató de que alguien caminaba hacia él, se asustó de inmediato, arrastrándose
y suplicando por su vida. Cuando sintió que su cuerpo chocaba contra varias
ruedas apiladas se aferró de sus piernas, aovillándose, pidiendo que no le
mataran.
- JaeJoong... soy yo,
Changmin... - notó la serenidad en la voz de su novio, por lo que levantó la
vista, reconociéndole.
- Cha-Chang-Changmin
ah... Oh por Dios Changmin, pe-pensé que era el asesino... Changmin, Changmin
tenemos que huir, el asesino está aquí, acaba de matar a Yoochun, tenemos que
llamar a la policía. Vámonos por favor... - rompió en llanto de nuevo,
aferrándose a él.
De pronto sintió humedad
en el sweater negro de Changmin, y al ver su mano ensangrentada abrió los ojos
asustado.
- Cha... Chang... min...
¿qué-qué es...?
- Tranquilo amor... ahora
nada ni nadie nos va a separar...
- ¿Qué?...
Sintió palidecer, y que
todo daba vueltas.
Changmin, su Changmin...
... era el asesino.
- ¡NOOO! ¡Changmin! ¡DIME
QUE ES UNA BROMA! Por favor ya basta no, no puedo más ya basta por favor, por
favor no no no no...
Asustado como un conejo
comenzó a temblar, aovillándose, con los ojos cerrados fuertemente, sentía que
de un momento a otro iba a perder la razón.
Changmin sonrió
dulcemente, acercando su mano al rostro tembloroso de JaeJoong.
- Tranquilo... shhh... no
pasa nada... no te voy a hacer nada... sólo... - sacó el cuchillo ensangrentado
que tenía oculto en la manga de su sweater. - Sólo... vamos a compartir la vida
eterna amor, para siempre... juntos tú y yo... - su dulce sonrisa se transformó
en una sonrisa psicópata y torcida. - Para siempre...
Levantó la vista para ver
que su desquiciada pareja tenía el cuchillo en alto dispuesto a matarlo.
Cerró los ojos
fuertemente, y el sonido de un disparo fue lo último que escuchó antes de
perder la consciencia.
Acto Final
Casi un año había pasado
desde el incidente en el viejo depósito de chatarra automotriz.
JaeJoong había tenido que
ser internado en el hospital psiquiátrico de la ciudad debido a los fantasmas
que le atormentaban, siendo sometido a los más estrictos tratamientos para
controlar la paranoia de la cual fue preso una vez despertó en el hospital.
El disparo recibido por
Changmin no le costó la vida, pero una vez fue encarcelado amaneció ahorcado en
su celda, y con la sangre de sus muñecas cortadas escribió "JaeJoong por
siempre te amaré".
¿Hasta dónde pueden
llegar los celos retorcidos e infundados de la mente de un joven con rasgos
paranoides?
Tres vidas fueron
arrancadas de este mundo debido al descontrol en los impulsos posesivos del
joven Shim Changmin, sólo uno sobrevivió...
Y tiene suerte de estar
vivo.
-------------------- FIN
NA 2: Gracias por leer hasta el
final. Los sucesos fueron muy rápido para mi gusto, me hubiese gustado hacerlo
más largo, como un threeshot, pero al ser para un concurso tuve que resumir lo
más que pude.
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