KINGDOM TVXQ!

CLOSE 2U
Arualthings

Our World

Sus mundos eran totalmente diferentes, sus familias y amigos no entendían su relación, pero lo que sentían el uno por el otro, era más fuerte que todo lo demás. Lo que no sabían, es si esto sería suficiente para estar juntos.

El príncipe de los bárbaros

En un mundo antiguo un hombre busca levantar a su pueblo e inicia la búsqueda de un ser que le brindará todo el poder que necesita, sin saber que forma parte de un historia muchísimo más grande que su propia ambición. Shim Changmin y Kim Junsu se encontrarán de forma inesperada para formar parte de un destino dictado por la atracción entre gemas.

Insano

Junsu no podía creer que aún después de todo ese tiempo de humillaciones por parte de sus dos mejores amigos él no se hubiera vuelto completamente loco, desquiciado; en cambio se sentía renovado, en una nueva piel.

Lluvia de estrellas

¿Crees en los deseos? Yunho alzó la vista al cielo y con una lágrima oró a las estrellas para que le concedieran un deseo… desde ese momento el destino de Changmin reposó entre sus manos. El máximo inconveniente es recordar… ¿quién es Changmin?

You are everything I've been looking for

Después de una decepción amorosa, Changmin decide alejarse de la vida como la conoce, acompañado de su mejor amigo Jonghyun. Juntos descubrirán sentimientos que les cambiarán la vida para alejarlos o acercarlos más, mientras conocen a un grupo de peculiares personas en un lugar común y corriente...

Dolor

Todos tenemos algo que ocultar en nuestras vidas pero ¿Qué ganamos con eso? ¿El guardar todo ese dolor solo para nosotros, no también causa dolor a los que nos rodean?

Novio secreto

La relación de Changmin y Jaejoong era un secreto para el mundo, sus únicos testigos eran aquellos lugares donde se veían a escondidas, los testigos mudos de su amor y su pasión, de su tristeza y desesperación.

Actua nº 138

[YuukiNii] Hola :'D tanto tiempo sin pasarme por aquí. La verdad es que había dejado el blog, pero regresé para hacerles una actualización y terminar las cosas que dejé incompletas. Por favor envíen sus actualizaciones :c hay muy pocas y yo sé que algunas tienen sus fanfics avanzados.
Como aviso de este mes, RUKI pronto hará un concurso ;D Espero que muchos participen para seguir aumentando los fanfics de TVXQ(5) (El tema del concurso son los musicales de Junsu)
A veces pienso que este blog muere de una manera muy dolorosa(?)

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El fanfic YunJae en Joseon se dejará de publicar en esta página. Pueden continuar su lectura en el sitio del autor KissWritter Fanfic Site
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Traducción:
Unfazed [SuChun] Cap. 8

YunJae:
Conociéndote, Odiándote Queriéndote, Amándote Cap. 2 y 3 Mpreg*
Entre el bien y mal Cap. 2

HoMin/MinHo:
The Castle of Count Cap. 3 al 6

Parejas Varias:
Dicen que el amor es ciego [YunJae, YooSu] Cap. 2
Love is a Force of Nature [JaeSu - JaeChun - HoMin - HoSu] Cap. 29 y 30

Tú y Él:
My Destiny [Changmin] Cap. 9 y 10 (Completo)

Unfazed - Cap. 8

*notas de la traductora: 
*La expresión: tu taza de té: hace referencia a algo que se hace todos los días, algo normal o cotidiano, podría traducirse como: “tu pan de cada día.”

                                             

“¿No le has dicho o sí?” Changmin preguntó mientras se reclinaba en su silla de oficina masajeadora de mil dólares, las piernas cruzadas y las manos juntas sobre el escritorio. Junsu evitó ver lo que solo podría ser una condescendiente expresión en el joven hombre y actual confidente. “Tienes que decirle. De otro modo, ¿Qué es lo que esperas?” continuó, encogiéndose de hombros.

Junsu gruñó irritado, dejándose caer en el asiento doble de diseñador, frente a su primo. “Min. Eso vence cualquier propósito de ser romántico. Además, ¿Cómo es que yo puedo recordar y él no? ¿huh? ¿Cómo puede ser eso justo?”

“Deja de hacer pucheros, no te queda,… sucio felino.” Changmin trató, inspirando solo una feroz sonrisa de la estrella pop. “Ugh, como sea, tu reservación es a las diez, ¿ya lo invitaste, al menos?”

“No, ¿es ese acaso un problema?” preguntó el cantante inocentemente.

“Sí, Junsu, se llama secuestro.” Contestó Changmin, calmado.

[en un penthouse, muy, muy lejos…]

“¡Tu, miserable hijo de perra!” Los chillidos de Lizzie podían ser escuchados desde el otro cuarto, obviamente, no pretendía ocultarlos. Jaejoong y Yoochun se veían el uno al otro antes de que el más joven tomara su bebida y se sentara cerca de la chimenea, tomándose un descanso del labor de decorar la sala de estar y poniendo especial atención a las sonrisitas y risitas de su mejor amigo.

Yoochun le dio un buen trago a su bebida antes de decir, “Navidad es supuestamente un tiempo para ser feliz, un tiempo de perdón.”

La sonrisilla despreocupada de Jaejoong permanecía mientras daba sorbos a su vino y continuaba poniendo los adornos en el árbol. “¿No planeas perdonarla pronto verdad?”

“Nope”

“¿Por qué? ¿Al menos has tratado de hablarle?” preguntó Yoochun.

“Nope” al no recibir respuesta de su joven amigo, Jaejoong continuó. “Mira, sé que eventualmente la perdonaré, demonios, tal vez ya lo he hecho. Pero ella no debe saberlo. Necesito tiempo para que ella me perdone. Sabes que tan pronto como yo diga que la perdono y listo, ella saldrá disparada como una bala y nada cambiará. Mientras más tiempo esté alrededor, más posibilidades hay de que lleguemos a una tregua mutua. Plausible ¿no crees?”

Yoochun asintió, “Mhmmmm, puede que tengas un punto.” Se movió para verter más vino en su vaso y preguntó, “entonces ¿Por qué está en la otra habitación maldiciéndote?”

“Tiene que ordenar mi closet”

“¿Qué hay de malo con tu closet?”

“Es mi segundo closet”

Los labios de Yoochun formaron un gran ‘OH’ dándose cuenta, seguida de una sonrisa. “Espera, ¿y estas bien dejándola que vea lo que hay ahí? Incluyendo tu… ya sabes…”

La sonrisa de Jaejoong se deshizo, transformándose en una mirada escéptica. “¿Mi qu-que?” Yoochun mantuvo su sonrisa y simplemente alzó los hombros, haciendo un crudo movimiento de bombeo con la mano “¡MIERDA!” y Jaejoong salió volando del cuarto.

[En el closet…]

Lizzie gruñía con cada pedazo de tela que tenía que clasificar. “¡¿Por qué yo?! ¡¿Es en serio?! ¿Qué clase de hombre tiene un segundo closet? ¡Y uno completamente y perfectamente desorganizado!”

“Bueno no todos pueden ser como Chunnie. Incluso para un hombre gay, el sigue siendo anormalmente ordenado” respondió una ronca voz no muy lejos de su espalda. Repentinamente Lizzie estaba súper-consciente de que su trasero estaba claramente frente a la puerta y ella estaba usando una falda. Como un rayo se puso de pie y se dio la vuelta, viendo frente a frente al intruso el cual estaba apoyado contra el marco de la puerta, con los brazos cruzados.

Una vez más la angustiada chica resopló. “No necesito supervisión. Estoy haciéndolo perfectamente sin tu ayuda. ¿Qué quieres?”

Jaejoong giró los ojos, “¿todo tiene que ser una discusión contigo?” sus ojos repentinamente encontraron la caja negra que estaba buscando, cerca del pie de Lizzie. “solo estoy aquí para preguntarte si querías algo de beber.” Dijo, encontrándose con la expresión de confusión de la chica.

“¿En tu casa? No lo creo” respondió, regresando a su tarea, sus manos se acercaron peligrosamente al objeto que tenía la atención de Jaejoong. Pero antes de que pudiera hacer algo, ella ya estaba abriendo la caja. “aun así, ¿Por qué tienes tanta basura? Digo, alguna ve… ¿Qué es esto?” comenzó, hasta que una lenta inhalación le indico a Jaejoong que ella ya se había dado cuenta. El diseñador se apresuró hacia ella, tomando la caja abierta de su agarre. Como siempre, él estuvo más sorprendido por ver su sorpresa que su repulsión.

“¿Lizzie? ¿estás bien?”

“¿Por qué hay un dildo? ¿Qué no los hombres como tu prefieren eso?” preguntó con una expresión inocente que creía que solo Yoochun tenía. Lo perturbó por un momento hasta que cayó en cuenta de su pregunta.

Forcejeó para contestar “¿Q-que?”

“Un dildo, Jaejoong.” Dijo una vez más francamente como si él no supiera a quien le estaba hablando.

“Bueno…uh…las mujeres prefieren traer el suyo propio, supongo…” trató, no estando seguro de que tan cómodo se sentía discutiendo asuntos sexuales con su actual-destello-de amiga- enemiga-en-prueba.

La ceja de Lizzie se alzó, “y yo que creía que meterte un palo por el trasero era tu taza de té* ” terminó sarcásticamente. “pero tú eres un maldito bastardo manipulador incluso en la cama.”

“¡Hey, eso no era necesario!”

“¿Por qué? , Porque eres un hombre enfermo ¿escondiéndose en un clóset?”

Repentinamente una voz pasiva se unió al grupo. “¿Acabo de escuchar Jaejoong y la palabra dildo en la misma oración?”

Jaejoong bufó, “Chunnie solo cierra la puerta y pretende que no puedes oírnos.”

“Pero…” Yoochun comenzó.

“¡VETE!” gritaron Jaejoong y Lizzie. Yoochun se quejó, volando fuera de la habitación, hacia un lugar más pacífico.

El enojo de Lizzie repentinamente floreció, “¡No le hables así! ¡No tienes el derecho de hablarle de esa manera!”

“Tú hiciste lo mismo. Y yo soy el que debería estar enojado en este momento. ¡Acabas de insultarme en mi propia casa, LIZZIE!” señaló el hombre, acercándose más a la furiosa chica. “¿Qué es exactamente lo que te enoja más de mí? simplemente no lo entiendo” Él susurró mientas su figura se alzaba por encima de ella. Estaban tan solo a centímetros de distancia y ambos tensos por las palabras del otro. Sus cuerpos repentinamente se rozaron, ambos respirando hondo y fuerte.

*¡K-POW!*

Y en el siguiente momento Jaejoong estaba cayendo con la cara hacia el suelo mientras apartaba el sillón en el que había caído. “¡¿Qué DEMONIOS fue eso?!” preguntó con un labio sangrando.

[En la sala de estar…]

*¡HIJO DE… AHHHH!*

Yoochun se sentó, bebiendo de una botella de vino. “Realmente necesito conseguir amigos más normales.” Pensó mientras decidía salir, dejando simplemente una nota.
Chicos.
Salí a conseguir algo de comer. Y el postre, no compartiré, regresaré en unas horas, O quizá nunca. Si ustedes dos no se arreglan.
Los amo a los dos,
Yoochun.
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Capitulo 9: De verdad no deberías cubrir esa deliciosa clavícula, Juro que podría ser un crimen.

Love is a Force of Nature. Cap 29

“Despertares”

Todo el dolor desaparece
Es la naturaleza de mis circuitos […]
No hay escapatoria de esto, mi nueva consciencia.
 [The becoming, Nine Inch Nails]


Junsu no supo en qué momento se desvaneció, ni cuánto tiempo permaneció dormido, pero cuando despertó inmediatamente percibió la ausencia del cuerpo de Yunho presionado al suyo y abrió los ojos de abrupto. Se sentía distinto, y por alguna extraña razón su cuerpo había dejado de arder y hasta se sentía con energía. Buscó con la mirada a Yunho y casi al instante lo vio parado en la entrada de la cueva, pero se horrorizó al ver que era de día y los rayos del sol estaban a tan sólo a pasos de su alcance.

“¡Yunho!” exclamó y Yunho inmediatamente volteo a mirarlo, sonriéndole ampliamente mientras se acercaba a su lado.

“E-El sol” murmuró, pero Yunho negó con la cabeza.

“Esta es la última prueba, tus ojos…ya son plateados, lo que indica que hemos terminado el ritual, ahora tan sólo tienes que comprobarlo”

Junsu abrió sus ojos en sorpresa al escucharlo. Estaba en parte emocionado al sentirse finalmente un híbrido, pero le aterraba lo que Yunho le estaba pidiendo hacer. ¿Qué pasaría si los rayos del sol lo incineraban de todos modos? ¿Podría realmente caminar al lado de Yunho a la luz del día sin ser dañado? ¿Era…tanto el cambio?

Eran demasiadas las interrogantes que atacaban a Junsu en aquel instante. No le respondió y sólo mordió su labio inferior con nerviosismo, inseguro realmente de cómo proceder.

“Sé que tienes miedo” Yunho le susurró, agachándose para quedar a su nivel y acariciando su rostro. “Pero quiero demostrarte que ha funcionado, yo ya puedo sentirlo. Ven conmigo, Junsu” dicho esto, Yunho le tendió la mano. Junsu lo siguió mirando con inseguridad un rato, pero luego finalmente se decidió y la tomó, incorporándose junto con él.

Yunho lentamente lo guío hacia las afueras de la cueva, y Junsu lo siguió sin protestar, prácticamente cercenando su labio inferior al sentirse al borde de donde terminaba la cueva y comenzaba el terreno del bosque. Yunho soltó su mano y dio un paso hacia afuera, hacia la luz del sol. Junsu lo contempló por un rato y finalmente se dio el coraje para avanzar hacia él. Cerró sus ojos y prácticamente corrió a sus brazos, y cuando se percató de que su piel no se incineraba y el par de fuertes brazos de Yunho lo estrechaban con fuerza, abrió sus ojos para verlo por si mismo, mirando hacia la luz del sol con ojos llenos de sangrientas lágrimas. Y es que jamás pensó que podría hacerlo de nuevo, jamás se imaginó nuevamente contemplando la luz del sol y el vasto cielo azul. Era…realmente como si hubiese nacido de nuevo.

“Te dije que ha funcionado. Estás medio vivo ahora y el sol ya no quemará tu piel” le dijo al estrecharlo con más fuerza y Junsu suspiró contra la piel de su torso.

“Yo…había olvidado lo que era estar bajo la luz del sol, casi no recuerdo como era realmente ser un humano” Junsu le susurró, aun refugiado en sus brazos, y sonrió cuando Yunho descansó su cabeza sobre la suya, inhalando la esencia de sus cabellos. Estaba tratando de reconfortarlo, y eso lo hizo sentir una calidez dentro de su pecho.

“Tú…ya no te sientes tan cálido como antes” Junsu le comentó al momento que se separó de sus brazos.

“Supongo que tengo menos vida” contestó. Junsu le asintió en comprensión y luego regresó a la cueva para vestirse con lo que quedaba de su ropa, no quería estar parado completamente desnudo en medio del bosque.

“Yunho, tengo una pregunta” Yunho escuchó la voz de Junsu desde adentro de la cueva y le hizo un ruidito de aprobación para que continuara hablando mientras se vestía.

“¿Esta condición…es permanente o se puede revertir?” la pregunta lo había estado atormentando desde que escuchó acerca del ritual que une ambas habilidades y razas. Y ahora que se consideraba un verdadero híbrido encontraba que era prudente saber más acerca de su condición.

“Bueno…según las historias de hogueras hay una manera de revertirlo. El ritual de hibridaje en sí es distinto a las uniones de vampiros y licántropos propiamente tales, porque es una mezcla de dos linajes muy distintos. Como el lazo proviene de distintas razas y naturalezas…funciona como dos en armonía pero no es categórico, no fluye, y si una de las partes no quisiera seguir siendo uno entra en conflicto con la otra, se produce un desbalance y está la opción de repudiar…cuando odias tanto algo que quieres que desaparezca. Es como si te quitaras las escamas nuevas del cuerpo y volvieras a tu antigua piel”

“Suena aterrador” Junsu murmuró, aún dentro. “Si el cambio ya fue doloroso…no puedo imaginarme cómo debe ser volver atrás”

“No lo sé, puede que duela o puede que no” Yunho miró a sus alrededores, consciente de que no podían quedarse estáticos por mucho tiempo. Estaba seguro que el lunático de Changmin iría tras su rastro…tenían que partir.

“Debemos seguir moviéndonos Su, no podemos quedarnos mucho tiempo estancados en algún lado. Estoy seguro que Changmin ya ha empezado a seguirme el rastro, conozco lo obstinado que puede llegar a ser” Yunho le dijo en cuanto Junsu asomó la cabeza afuera de la cueva.

“¿Y…a dónde iremos?” le preguntó al acercarse nuevamente a su lado.

“De vuelta a la tierra de los mortales, no es seguro que permanezcamos aquí”

“¿Regresaremos…a la tierra?” Junsu abrió los ojos de par en par, sorprendido. Los pensamientos de regresar a su hogar habían sido enterrados meses atrás, y ahora la posibilidad de regresar lo hacía sentirse ansioso pero a la vez atemorizado. ¿Qué…le diría a su familia si pudiera regresar? ¿Cómo les explicaría…que ya no era un simple humano como ellos?

Eran demasiadas las interrogantes que revoloteaban por su mente para poder concentrarse en un pensamiento específico, así que sólo permaneció en silencio escuchándolo.

“Si, es lo mejor. Estaba pensando que podríamos…encontrar a algún demonio que nos abriera un portal o algo por el estilo. Sé que es arriesgado, porque pasearnos por la metrópolis no será nada de fácil y tendremos que pasar desapercibidos, pero es la única solución que tengo”

“¿Pero…qué hay de tu hermana, Yunho? ¿Realmente la vas a dejar aquí, a su suerte, sabiendo que Changmin en cualquier momento podría desquitarse con ella?”

La pregunta caló hondo dentro de Yunho, quien se mantuvo en silencio, cabizbajo y sumido en sus pensamientos. Junsu sintió algo de culpa por haberle tocado un tema tan delicado, pero es que necesitaba saber en qué terreno se encontraban y qué decisiones tomarían ahora que finalmente habían renacido como nuevas criaturas.

“Ji Hae me traicionó Junsu, fue ella la que me vendió a Changmin” dijo finalmente, siendo su voz tan sólo un murmullo.

“No creo que tengas el corazón para realmente abandonarla a su suerte. Y si lo tienes, entonces me equivoqué de persona” Junsu le dijo tajantemente ante su mirada de sorpresa.

“No…no podría” Yunho confesó con honestidad y Junsu le sonrió, acercándose para entrelazar su mano a la suya.

“Bueno, entonces por ahora no regresaremos” dijo y Junsu asintió. “¿Tienes alguna otra idea en mente?”

“La verdad es que si, pienso que lo mejor que podemos hacer es buscar la colonia de híbridos para aprender más acerca de lo que ahora somos. Lo que es yo no tengo idea realmente de cuánto habré cambiado, sólo sé que ahora estoy parado a la luz del sol y no me estoy quemando, y eso es algo”

“Yo tan sólo he oído rumores acerca de la ubicación de la colonia de híbridos, pero nadie nunca realmente la ha visto, ni siquiera un atisbo de dónde se podría encontrar”

“Los rumores son por algo, quizás debemos dirigirnos a donde se dice que podría estar y tengamos algo de suerte, quién sabe” Junsu le sonrió ampliamente y Yunho se sintió reconfortado ante su optimismo. Estaba seguro que Junsu no abandonaría sus convicciones y eso lo hacía sentir que había tomado la decisión correcta al renacer como híbrido.

“De acuerdo, abandonaremos el bosque entonces con dirección al sur, a las tierras volcánicas”

“Suena bien, pero antes necesito volver a la mansión…” Yunho inmediatamente frunció el ceño y Junsu volvió a sonreírle. “Descuida, ahora que puedo caminar de día no voy a correr ningún riesgo. Necesito regresar para coger algunas de mis cosas. ¿O acaso piensas que podremos viajar tanto tiempo sin cambios de ropa? Yo por lo menos no podría”

Yunho lanzó una risita al escucharlo, dándole unas palmadas en el hombro antes de hablarle.

“Si bueno, creo que tienes razón pero aun así debes ser cauteloso. No sabemos qué tipo de guardia pudo haber puesto Jaejoong así que debes tener mucho cuidado”

“Es mejor que vaya solo. Tu presencia puede perturbar el lugar, ya sabes…” Junsu mordió su labio inferior y Yunho asintió, apretando su mano antes de volver a hablar.

“Será mejor que te marches ahora mismo, creo que te emocionará saber lo rápido que somos ahora. Yo ya salí a dar una vuelta y es tan impactante que llega a dar miedo. Es como si…nos hubiesen otorgado el viento”

Observó el rostro de fascinación de Yunho y reflejó su sonrisa, soltando con delicadeza su mano y siendo azotado por una cálida brisa que venía del norte, a donde debía regresar.

“Prometo volver antes que se ponga el sol. Si es tanta la maravilla y soy tan veloz como el viento, creo que podría incluso volver antes”

“Tú sólo has lo que tengas que hacer de forma rápida y silenciosa. No queremos levantar ninguna sospecha, lo peor que podría pasar sería que te capturaran allí dentro. Aún no…hemos despertado nuestras capacidades como híbridos y no tendríamos tanta ventaja contra ellos”

“Descuida, tendré cuidado”

Junsu se acercó nuevamente a Yunho, rodeando sus brazos por su cuello al acortar la distancia que lo separaba de sus labios, besándolo con fervor antes de emprender finalmente la marcha.

Marcharse no fue tarea fácil; Yunho lo tuvo bastante ocupado, besándolo con experticia y volviendo a encender su cuerpo al sentir sus fuertes manos apretando su cintura, apegando su cuerpo al suyo hasta que no existió distancia entre ellos. Muy a su pesar, Junsu se separó de sus brazos, prometiendo terminar con lo empezado apenas retornara de su viaje y Yunho le sonrió, finalmente dejándolo ir.




Junsu emprendió rumbo hacia el norte, y apenas hizo ademan para comenzar la marcha fue sorprendido al sentir que prácticamente volaba atravesando los tramos, y en un parpadeo se encontró en el corazón del bosque. El hecho no dejó de impactarlo, siendo que tan sólo un segundo atrás se estaba despidiendo de Yunho y ahora estaba inmerso de nuevo en el vasto y oscuro bosque. Si, era una sensación esplendida sentir que volaba por el bosque; sus piernas prácticamente no tocaban el suelo y sentía el impulso de su energía haciéndolo tan veloz como el mismo viento. Yunho había estado en lo cierto y ahora tenían a la velocidad como uno de sus aliados, no había forma de que un vampiro o un licántropo pudieran seguirles la pista en una persecución, y fue en ese entonces que Junsu comprendió la razón por la que se les había hecho tan fácil desaparecer de su vista a aquella pareja de híbridos que conoció tiempo atrás en el bosque. Aquella era la razón, por eso los híbridos eran tan imperceptibles, su velocidad era un atributo que prácticamente no podía ser igualado y Junsu se sintió orgulloso de su nueva forma. Claro, se pagaba el precio más caro de todos al ser marginado por sus pares, pero a cambio obtenías algo tan increíble que compensaba todos los sacrificios. Y eso que esto era tan sólo el comienzo, porque Junsu tenía entendido que ahora las habilidades suyas y las de Yunho se habían mezclado y que incluso podía…sacar garras tan macizas como la que él poseía; estaba ansioso por saber más de su condición.

Junsu siguió sus instintos, guiado por el recuerdo del entorno en el camino a la mansión de Jaejoong, y ayudado de su velocidad no tardó en ver la silueta de la construcción haciéndose cada vez más evidente. Finalmente abandonó la seguridad del bosque para llegar a la mansión, no sin antes observar y escuchar a su alrededor por si percibía algo extraño o alguien que pudiera estar vigilando.

No percibió ninguna presencia e inmediatamente se acercó hasta los muros de la mansión, caminando hasta donde estaba el antiguo ventanal de su habitación y trepando con habilidad hasta el. Cuando llegó al borde del ventanal, Junsu lo empujó con una de sus manos y sonrió al sentir que cedía y se abría para él. Con cautela, se introdujo dentro hasta su antigua habitación, y volvió a sonreír al percatarse de que no había sufrido ningún cambio y todo estaba exactamente igual a como lo recordaba. Sin perder un segundo más de tiempo, Junsu se dirigió a su closet, satisfecho al encontrar toda la ropa que Jaejoong había comprado para él en perfecto orden. Buscó los bolsos que le habían regalado y los llenó con ropa y cosas para el aseo, buscando todo lo pudiera ser útil y tirando prenda tras prenda en ellos.

No le tomó mucho tiempo asegurar todo, dejando el closet prácticamente vacío y finalmente se volteó, decidido a abandonar el lugar y tratando de hacer el menor ruido posible para así evitar ser descubierto. Junsu aseguró sus bolsos a su cuerpo, y estaba caminando hacia el ventanal cuando sintió la puerta de su habitación abrirse de par en par.




Junsu se congeló, e inmediatamente volteó su rostro para encontrar a una persona de delicadas facciones observándolo detenidamente. Junsu no lo reconoció, pero pudo percatarse de que no era un vampiro. Superaba por prácticamente dos cabezas a Junsu en altura. Su pelo era negro y se alzaba tan puntiagudo desde su cabeza que prácticamente parecían metálicos clavos, era esbelto pero fornido y tenía un rostro alargado estoico, carente de alguna expresión de vida. Estaba vestido completamente de negro, pantalones de cuero y lo que parecía ser una especie de chaqueta con incrustaciones de piedras preciosas en los bordes. Finalmente Junsu subió la mirada para verlo a los ojos. Eran azules, más azules y más resplandecientes que cualquier otro ojo de algún vampiro, de un azul que ardía como el hielo. Junsu no pudo hacer otra cosa que contemplarlo en silencio mientras el extraño cerraba la puerta detrás de si y se acercaba, sus pasos siendo delicados y firmes, pero sin perder el aire de imponencia.

“Vaya, vaya, vaya…miren lo que trajo el viento”

La voz del extraño sacó del trance a Junsu, quien no dudó ni un segundo en voltearse para utilizar su habilidad y desaparecer del lugar, pero apenas intentó abrir el ventanal sintió una brillante energía alrededor del vidrio, reteniéndolo en su lugar.

“Yo no haría eso si fuera tú”

Junsu observó, pasmado, la energía que fluía por el ventanal. Aquella energía tenía el mismo color vibrante de sus ojos y recorría todo el ventanal, haciéndolo parecer como si estuviese electrificado. Junsu volteó nuevamente su rostro para encararlo; sus ojos plateados clavándose en los suyos mientras lo contemplaba.

“¿Quién eres?” le preguntó, sin bajar la guardia.

“Hawthorne Roosevelt, de la Orden del infierno. Soy el demonio que la Orden de vampiros le asignó a Señor Jaejoong para rastrearte. Claro que nunca pensé que me harías el trabajo tan fácil”

Lanzó una risita y Junsu sintió temor. A pesar de tener aspecto occidental, Junsu percibía que para aquel demonio el lenguaje no era ningún problema. Sabía que estaba frente a un demonio muy poderoso, irradiaba una especie de energía hasta por los poros. Junsu sólo había sentido semejante poder en Yoochun, pero él tenía una increíble forma de disfrazar su verdadero potencial para que sólo pareciera un simple mayordomo. Junsu pudo percatarse de su fuerza cuando él curó sus heridas, pero nunca quiso comentarle nada. Supuso que él debía de tener sus motivos para disfrazar su verdadera fuerza.

“¿Orden del infierno? Nunca oí hablar de ella” Junsu decidió que tenía que ganar algo de tiempo para poder pensar en la manera de escapar de aquel demonio, utilizando su voz como recurso para distraer a la criatura.

“El puente de los demonios entre el infierno, la tierra de los mortales, y la dimensión paralela. Pero es obvio que no tendrías que saberlo, tú llegaste aquí por encargo”

“¿Jaejoong te ordenó que me rastrearas?” le preguntó, poniéndose en guardia al observarlo avanzar un poco más cerca de él. No tenía idea de cómo iba a enfrentarlo, pero mostrarse débil ante él era lo último que podía hacer.

“Rastrearte y traerte de vuelta. Tú eres el señuelo que necesitamos para traer de vuelta al Alpha y al líder de la comunidad de licántropos del bosque”

“Pues no te será tan fácil, soy un híbrido ahora y sé cómo pelear” Junsu lo encaró, desafiante, pero el demonio no pareció muy convencido.

“Bien, entonces bloquea esto…híbrido”

Hizo un ademán con la mano y una creciente energía ardiente del mismo color azulado de sus ojos comenzó a irradiar desde ella. El demonio movió la mano en dirección al cuerpo de Junsu y la energía salió disparada contra él. Junsu alcanzó a reaccionar, rodando en dirección contraria, pero el demonio nuevamente dirigió la energía hacia su cuerpo y Junsu esta vez no pudo evitarla, fue azotado por la descarga eléctrica y se retorció en el suelo, gritando.

“Qué decepción, pensé que siendo híbrido me darías un espectáculo pero al parecer…tan sólo sigues siendo un pajarillo”

Los ojos del demonio centellaron en un destello gélido al aumentar la energía sobre su cuerpo y Junsu chilló de dolor, la corriente de energía recorriendo todo su cuerpo y tensando todas sus extremidades, haciéndose cada vez más fuerte. Junsu estaba completamente aturdido y sólo podía retorcerse mientras el demonio seguía electrocutándolo con su energía.

“Sólo un poco más…” lo escuchó susurrar el sentir una nueva ola de energía azotarlo como un rayo, las ondas amenazando con freír hasta el último de sus nervios y su garganta desgarrándose con la fuerza de sus gritos. El dolor era prácticamente intolerable; las lágrimas ensangrentadas se deslizaban por su rostro contraído. Junsu aferraba sus manos al suelo, sus uñas clavándose en búsqueda de algo a qué atenerse para apalear el dolor, su cuerpo sufriendo espasmos y las venas de su cuerpo dilatándole ante el shock de energía. Pero de pronto, el suelo a su alrededor comenzó a temblar, empezando tan sólo con un suave temblor para luego pasar a una gran sacudida. El demonio cayó al suelo producto de los violentos temblores que ahora comenzaban a sacudir con fuerza todo a su alrededor y el vidrio del ventanal explotó en mil pedazos producto de los movimientos.

Roosevelt maldijo el movimiento entre dientes, y trató de concentrar nuevamente sus energías para volver atacarlo, pero le era completamente imposible; no podía mantenerse en pie y tuvo que aferrar sus dos manos a los pies de la cama para evitar los brincos que acompañaban el abrupto movimiento de la tierra.

Todas las cosas de la habitación comenzaron a caer al suelo. Junsu observó al demonio impotente ante el suceso y no desperdició la oportunidad, aquel descuido en su desconcentración lo había liberado del shock de energía y ahora podría escapar. Sin darle tiempo de reaccionar y aún con el cuerpo adolorido, Junsu utilizó su propia velocidad para levantarse y prácticamente saltar por el ventanal hacia fuera, cayendo al suelo y rodando algunos metros, mientras la tierra a sus pies no dejaba de temblar.

“¡ESTO NO SE TERMINA AQUÍ!” lo escuchó gritarle. Junsu sintió terror e hizo lo que pudo para ponerse de pie, pero le era casi imposible debido al terremoto que aún removía todo a su paso.




De un segundo a otro, el movimiento cesó y Junsu inmediatamente se puso en marcha, utilizando su velocidad para desparecer con rapidez e internarse dentro del corazón del bosque. Casi al instante pudo percibir la esencia de Yunho; era un rastro tan definido que casi le estaba marcando el camino de regreso. Lanzó un quejido mientras corría por el bosque, las ondas eléctricas que azotaron su cuerpo lo habían magullado bastante, Junsu casi podía sentir sus tendones y nervios contrayéndose dolorosamente con cada veloz paso que daba. Ignoró toda muestra de dolor y sólo retomó la marcha hacia su antiguo paradero, anhelando volver a su refugio entre los brazos de Yunho para así poder contarle lo ocurrido.


xXx


Roosevelt volvió a maldecir cuando finalmente pudo ponerse de pie, levantándose para caminar hasta la cama y dejarse caer a ella, suspirando pesadamente. Aún no podía creer que había dejado escapar al hibrido cuando ya casi lo tenía entre sus garras. Era evidente que el vampiro apenas había renacido como un híbrido, ya que prácticamente no tenía ningún control sobre sus habilidades; Roosevelt ni siquiera lo observó sacar garras o utilizar su velocidad como escudo o como ataque, pero si lo pensaba bien…sólo un híbrido con experiencia tendría alguna posibilidad contra un demonio de su calibre. Roosevelt era uno de los más fuertes de su clase, y el pacto con la Orden de vampiros fue bastante claro: la victoria de los vampiros frente a los licántropos sólo podría traerles ventaja. Si bien era cierto que los demonios mantenían una neutralidad frente a la constante pugna entre las dos razas, los licántropos habían sido creados con un fin divino: la destrucción del mal que traían los vampiros, la destrucción del mal que le hacían a la humanidad. El único fin de un demonio es crear caos y maldad, el único fin de un vampiro es matar humanos…no cabía duda por cual bando las criaturas del infierno se iban a inclinar cuando el momento llegara. Y llegó, el momento llegó…era hora de tomar partido. Si los vampiros lograban la hegemonía sobre la licantropía, no sólo sería un beneficio para ellos y el consumo de sangre en el mundo de los mortales, sino que también significaría un obstáculo menos para los demonios en dicha tierra. Roosevelt sabía que los licántropos estaban amparados por fuerzas divinas. La leyenda contaba que el primer licántropo que fue otorgado con el ‘regalo del lobo’ fue producto de la constante expansión del vampirismo a través del mundo. La progenie de Lilith, la primera vampiresa reconocida en el mundo de los cielos, se expandió como una verdadera pandemia y por ende, el primer licántropo fue creado.

‘Akela’…el nombre es conocido por todos, porque la leyenda aún seguía siendo contada a través de las generaciones, tanto en vampiros, demonios o licántropos. Akela fue el primer licántropo, siendo al principio un joven normal hasta que en sueños recibió la visita de un arcángel que le contó cual seria su nuevo destino. Akela no sólo fue otorgado con el don de transformarse en un enorme lobo con feroces garras y dientes para desgarrar, sino que también obtuvo el poder para defenderse de sus enemigos. Así como un demonio puede usar su energía maligna para tomar posesión de algún humano o para atacar, Akela podía utilizar su energía bestial para protegerse. La leyenda cuenta que hasta era capaz de crear un gran dragón negro de energía oscura, cuyo fuego podía consumir todo a su alrededor. Con Akela al mando, la expansión de los licántropos fue tan sólo cuestión de años, y el caos y la muerte que trajo el vampirismo fue reducido, controlado y vigilado.

‘Tal como los ángeles nos vigilan a nosotros’…Roosevelt lanzó un suspiro. Había escuchado rumores acerca de la futura unión de Changmin. Jaejoong le contó sobre la energía oscura que irradiaba del licántropo y del fuego oscuro que hizo aparecer desde su propio cuerpo, pero todo aún le era muy confuso.

‘Fue mezclar su poder lo que le trajo la ruina’…Meditó el final de la historia, y como Akela mandó todo al diablo al reunirse con su prometida, una humana que fue transformada en vampiresa cuando los vampiros invadieron su antiguo pueblo, mezclando sus sangres y transformándose en la primera pareja de híbridos. Al morir junto a ella pagando su pecado, encadenado con unas brillantes cadenas que mitigaron su fuego y que ni siquiera su poder pudo contrarrestar, Akela juró vengarse contra los que lo juzgaron por haberse atrevido a amar y sus últimas palabras fueron: ‘La semilla es fuerte’…Curiosamente, Akela fue el primer licántropo y el primer híbrido a la vez, y su legado se expandió junto con sus cenizas. Muchas personas lo llaman el padre del hibridaje y la historia aún sigue vigente, rodando de lugar en lugar, en susurro tras susurro. Como si algunos estuviesen esperando su venganza, como si la tierra estuviese gritando por un cambio…

‘El terremoto es un mal presagio, la tierra se está manifestando’…Roosevelt sacudió la cabeza, aún no lograba conectar bien las piezas y no sabía si realmente fuera posible que Akela tuviera una especie de rencarnación o algo por el estilo, eso seria muy poco probable, pero aun así…los rumores que rodeaban al supuesto ‘Lobo de Fuego’ eran inquietantes. La idea no dejaba de darle vueltas en la cabeza. Quizás…la energía de aquel licántropo significaba algo más…




Decidió que le comentaría sus impresiones a Jaejoong apenas anocheciera. Por el momento, abriría un portal al infierno y hablaría de lo acontecido con sus compañeros. Sabía que los demonios no interferirían más de lo necesario en la pugna, de hecho, su única contribución a los vampiros fue mandar a Roosevelt cuando Jaejoong pidió el puente entre las dos Órdenes solicitando ayuda. Pero, los demás fueron bien claros: más ayuda no brindarían, esta no era su guerra.

El recuerdo del joven hibrido aún le daba vueltas en la cabeza. Lo había atacado, si, y había conseguido herirlo, pero quizás podría conseguir que todo acabara de una manera más fácil y limpia. Sería una excelente forma de terminar la controversia que ahora se había generado porque un licántropo con lo que llamaban ‘el fuego oscuro’ había incinerado media planicie y más de un centenar de licántropos, y los rumores ahora corrían de un lado tras otro. Las palabras ‘reencarnación’ y ‘profecía’ eran las más comunes en toda la metrópolis y no sólo en esas tierras, los rumores incluso traspasaron las fronteras hasta llegar más lejos.

Hawthorne Roosevelt sonrío, le pondría fin a la controversia y volvería a la Orden de vampiros a cobrar recompensa. Se levantó de la cama, caminando hacia la puerta y asegurándola; los sirvientes de Jaejoong iban y venían por toda la mansión y nadie debía molestarlo cuando los espíritus de la muerte respondieran a su llamado. Acto seguido se posicionó en el centro de la habitación, concentrando todas sus energías en el suelo firme a sus pies. Trazó un círculo con un pie y la energía se encendió en una corriente azulada que iluminó todo a su paso. Roosevelt comenzó a recitar un cantico en la lengua de los muertos, evocando sus energías malignas para reunir a las sombras de la muerte ante su presencia. Aparecieron danzando ante los destellos azulados y su cantico en una densa neblina. Roosevelt les habló tras las luces, ordenándoles junto al vaivén de sus manos.

“Vayan a él y alteren su sed…que sólo haya muerte”

-o-


Koiko: Primeros atisbos sobre el origen de la licantropía/hibridaje x) serán detallados más adelante, pero es otro ladrillo fundamental en esta gran pared que es mi historia, no lo olviden x)
Otra aclaración para los que pensaron que podía regresar Yoochun: él recuperó su libertad como demonio y en estos momentos se encuentra en la tierra de los mortales (Seúl, para ser más específica) voy a volver a él en unos capítulos más adelante, pero quiero aclararlo para que no surjan confusiones C:
Hawthorne Roosevelt es mi nuevo personaje, un demonio que también viene con todas las intenciones de hacer mal como ya pudieron leer x) y sería un crimen para mí no mencionar que está inspirado en un Roosevelt real, un viejo zorro que conocí y que me entretuvo con sus historias de terror <.3 sé que no leerá esto, pero no puedo dejar de mencionarlo.

Y como siempre, muchas gracias por leer y por todos sus comentarios! Son los cimientos de esta gran pared que resultó ser el fic! nwn

Love is a Force of Nature. Cap 30

“Renacer del Sol Oscuro”

Algo dentro de mí
Ha abierto sus ojos […]
Ésta cosa dentro de mí
Grita los sonidos más fuertes
A veces pienso que podría…
Quemar.
[Burn, Nine Inch Nails]


Cuando Junsu finalmente llegó al lugar donde Yunho lo estaba esperando, tenía un montón de cosas que balbucearle apenas se enterrara entre sus brazos, pero todas las palabras murieron en su garganta al ver el panorama que tenía ante sus ojos.

Yunho estaba completamente salpicado de sangre. Había matado lo que parecía ser una especie de alce y desgarraba la carne de sus interiores en largas hileras para luego comérselas de una sola mordida, hilillos de sangre descendiendo por su garganta al masticar con gusto la carne. Junsu observó la escena casi en trance…estaba seguro que siendo un hibrido quizás ya no tendría esa abismante necesidad por sangre, pero por lo visto había estado equivocado. La lujuria por la sangre encendió todos sus sentidos y ni siquiera le dio tiempo a Yunho para sacar las manos de la carne. Dejó los bolsos que llevaba asegurado a su cuerpo a un lado y se acercó a él tan veloz como un rayo, tumbándolo al suelo y encajando las piernas alrededor de sus muslos, buscando sus labios con urgencia.

“J-Junsu” Yunho murmuró entre besos, aferrando las manos a rostro para separarlo de su boca y así poder hablarle. “¿Cómo te fue? ¿No tuviste ningún problema?” Yunho lo miró con algo de preocupación, pero Junsu no parecía tener muchas ganas de hablar. Lo ignoró, lanzando una especie de gruñido, y simplemente dirigió la cabeza hasta su torso salpicado de sangre, lamiendo los rastros para saciar la lujuria por sangre que lo desesperaba.

La húmeda lengua de Junsu comenzó a trazar un trayecto por todos sus abdominales, lamiendo cada rastro de sangre que allí pudo encontrar. Yunho sintió los colmillos de Junsu alargarse y rozarle la piel, y en ese momento volvió a hablarle.

“¿Junsu, podrías escucharme?” la pregunta provocó que Junsu alzara la cabeza de su torso, sus colmillos rozando sus pálidos labios carentes de color. Yunho observó el rojo que amenazaba con teñir sus iris plateados mientras lo contemplaba con algo de fastidio y se inquietó.

“Yunho” le dijo finalmente, su voz sonando impaciente. “Deberías dejar de hacer preguntas y hacer algo mejor con tu boca…y rápido”

La inquietud se desvaneció al escuchar las palabras y Yunho sonrió; Junsu tan sólo se encontraba más demandante de lo habitual.

“¿Prometes que me contarás todo cuando hayamos terminado?” le preguntó. Si no quería cooperar, se lo ganaría por la fuerza. Ladeó el cuello, exponiendo aquella parte donde Junsu se deshacía, y le volvió a sonreír.

“P-Por supuesto” balbuceó. La boca se le hizo agua al observar las venas tensas del cuello de Yunho e inmediatamente subió el rostro hasta el nivel de su cuello, rozando su lengua por la sensible piel, sonriendo al sentir el leve estremecimiento que recorrió el cuerpo de Yunho.

“Tranquilo…es tan sólo un instante de dolor” Junsu le susurró, su voz sonando un poco más grave de lo normal mientras sus labios subían hasta el nivel de su oído y le lamía la piel del lóbulo. A Yunho le causó gracia sus palabras, no era la primera vez que Junsu lo mordía y tampoco sería la última…pero de algún modo no podía evitar que se le erizara la piel cada vez que sentía los colmillos rozarlo, su lobo interno removiéndose en alerta.

La mordida fue rápida y violenta; Yunho mordió sus labios para reprimir el quejido, todo su cuerpo en tensión. Junsu tenía una sed incontrolable y bebía con fuerza, dejando escapar sonidos de placer desde el fondo de su garganta. Yunho tenía la impresión de que el hibridaje había hecho a Junsu un poco más agresivo de lo normal, o quizás era tan sólo producto de la sed de sangre que lo atacaba…pero lo estaba drenando con una rapidez que le resultaba aterradora. Yunho pudo sentir un abrupto descenso en sus revoluciones; la cabeza comenzando a pesarle, sintiéndose hasta mareado…pero Junsu no tenía intenciones de dejar de beber; estaba completamente embriagado con su sangre. No sabía si había sido producto del ritual, pero la sangre de Yunho se había vuelto aún más sabrosa y de pronto se encontró atrapado en el trance. El sabor era demasiado delicioso, pero por más que bebía…la sed no cesaba y el efecto era el contrario, necesitaba más de ella. Junsu no podía detenerse, ya no podía parar…necesitaba cada fogosa gota de sangre que fluía por sus venas…

“Jun…su…” las manos de Yunho fueron a su espalda, acariciándolo para llamar su atención. Sentía que las fuerzas le estaban abandonando el cuerpo y necesitaba que Junsu parara de beber, pero él hizo caso omiso del gesto y simplemente se arrimó más a su cuerpo, llevando las manos a su cuello y haciendo presión sobre la piel para que de la herida manara sangre con más fuerza.

El acto lo enfureció. Yunho siempre había tenido la mejor disposición para que Junsu se alimentara de su sangre sabiendo que corría el riesgo de que pudiera drenarlo, pero ahora…él no tenía ninguna intención de parar, por lo que debía actuar de manera drástica.

“Quítate” masculló, perdiendo rápidamente la paciencia, y llevando las manos a sus caderas con intención de levantarlo. Al notar la presión sobre su cuerpo, Junsu lanzó una especie de gruñido contra la piel de su cuello y se aferró a él con fuerza, sin despegar los labios de la herida. Todo le hizo sentido y Yunho comprendió que Junsu estaba fuera de sí, aterrándose aún más al sentir sus músculos adormecerse. Lo estaba matando…Junsu lo estaba matando y no podía percibirlo, estaba absorto en la búsqueda de sangre…

Yunho intentó sacárselo de encima. Sacudió su cuerpo, intentó moverlo con sus manos, trató de retirarle la cabeza, pero con cada sorbo que tomaba Junsu se llevaba consigo su fuerza y Yunho se encontraba débil, muy débil…con tan sólo algunas pocas fuerzas restantes para hacerle frente.

La desesperación volvió a caer sobre él como un manto de oscuridad. Yunho jamás pensó que se encontraría en esta situación…a puertas de la muerte y a manos de la persona que amaba. No importaba lo que le dijera, Junsu seguía bebiendo de él con los ojos cerrados, no había forma de sacarlo del trance. La sensación de impotencia lo enfureció y Yunho sintió la rabia como un ardor dentro de su cuerpo, tronando y agobiando sus sentidos. Cerró los ojos y pensó en su buena disposición, y en todo lo que había arriesgado por Junsu…y la forma en que él le estaba pagando ahora. Las enseñanzas de Changmin volvieron a él sin permiso, como un eco maléfico.

‘No puedes domesticar a una cobra, Yunho. Si tiene colmillos te morderá…’

Su cuerpo se sacudió con ira e indignación. ‘¡Maldito Changmin! ¡Maldito Junsu! ¡Qué el diablo se los lleve a todos!’




Quizás fue una respuesta a su rabia, Yunho no supo explicar muy bien el origen del ruido, pero de pronto…escuchó un gruñido dentro de su interior, algo que estaba respondiendo a su ira…un gruñido que le estaba hablando desde adentro. Yunho no podía entenderlo, tan sólo sentía que gruñía, gruñía con impaciencia, como si estuviese esperando a que Yunho dijera algo, cualquier cosa. Quizás tan sólo era un delirio a puertas de la muerte, pero Yunho decidió responderle de todas formas.

‘Quítamelo de encima, quítamelo…’

El gruñido se hizo más fuerte y Yunho sintió un shock de energía recorrerlo de pies a cabeza y su mente desconectarse por completo. Su cuerpo convulsionó tal como si hubiese sido víctima de un rayo, y cuando abrió los ojos…una oscura energía comenzó a irradiar desde alrededor de su cuerpo y de pronto, Yunho ya no tuvo miedo. Ya no tenía miedo de que Junsu pudiese drenarlo, de hecho, ya no tenía miedo de nada. Ahora…se sentía invencible.

“¡QUITATE DE ENCIMA!” restalló y las llamas negras comenzaron a emerger desde su cuerpo, danzando a su alrededor. Junsu lanzó un chillido al percatarse del fuego y prácticamente voló fuera de su cuerpo, aterrizando a metros de distancia y observándolo con ojos perfilados en rojo, desorbitados.

Yunho se levantó del suelo con la oscura energía irradiando de su cuerpo. Miró a Junsu con ojos llenos de rabia, desconociendo por completo a la criatura que tenía ante sus ojos. Sin inmutarse empuñó las manos y su energía se transformó en enormes llamaradas negras que fueron directo hacia su cuerpo, Junsu ni siquiera fue capaz de reaccionar cuando el fuego oscuro lo envolvió en un torbellino negro. Lanzó un grito gutural al sentirse capturado entre las llamas; sintió sus ropas comenzando a incinerarse y el fuego quemándole la piel. Sus gritos agonizantes hicieron eco e inundaron toda la quietud del bosque como un verdadero estruendo, y cuando sintió que moriría hecho ceniza y que su garganta ya no podía gritar más…el rojo abandonó sus ojos. Para el momento en que Junsu recuperó la consciencia, todo había acabado.




Miró a sus alrededores y no había rastro del fuego, absolutamente nada. Yunho estaba sentado a metros de su cuerpo, su espalda apoyada sobre un tronco de árbol y con todos sus bolsos al lado. Lo observaba en silencio, con ojos disparejos que parecían haber perdido la luz.

“¿Qué…ha ocurrido?” Junsu le preguntó al levantarse, lanzando un quejido audible ante el dolor de su cuerpo. Rastros de ropaje chamuscado aún lo cubrían, y el ardor que lo recorría se intensificaba por sectores en donde su nívea piel yacía enrojecida…ardiendo como los mil demonios en los brazos y muslos que tenía en carne viva. Se percató de que estaba cubierto con una especie de manta, probablemente Yunho la había cogido de uno de los bolsos para cubrirlo con ella.

“No sé” murmuró secamente. “¿Cómo he de saberlo? Lo último que recuerdo es que te tenía pegado a mi cuello como una verdadera sanguijuela, no había forma de despegarte” Yunho habló con amargura, evitando el contacto visual mientras Junsu se acercaba a su lado.

“Algo raro me pasó…creo que tiene que ver con el encuentro que tuve con el demonio en la mansión” Junsu lanzó un suspiro, dejándose caer al lado de Yunho ante su mirada de sorpresa. Yunho observó las heridas de su cuerpo pero su rostro no reveló ni siquiera un atisbo de alguna emoción.

“¿Te encontraste con un demonio, y no me lo contaste?” cuestionó, resoplando

“Es tu culpa, nublaste cada uno de mis pensamientos…” su voz fue tan sólo un susurro. Yunho lanzó un suspiro, se sentía extraño y no quería seguir pensando, tan solo quería dormir un rato…estaba cansado, exhausto.

“¿Podemos hablar de esto luego? necesito descansar” Yunho se levantó, pero Junsu lo tomó por la muñeca, reteniéndolo.

“Tú…me hiciste algo, Yunho” dijo. Yunho volteó su rostro para mirarlo, una sombra de confusión adornado su rostro.

“No sé de lo que hablas” contestó con dureza, cabreado a un punto máximo.

“Tienes algo dentro, algo que puedes controlar” Junsu y él se midieron las miradas, tal como solían hacerlo antes cuando eran tan sólo unos conocidos.

“Es oscuro…yo lo he visto. Es un fuego oscuro, tan oscuro como la misma noche”

“Si tuviera algo que pudiese controlar, lo hubiese utilizado años atrás” Yunho estaba de pésimo humor. No entendía nada de lo que Junsu le estaba hablando, pero algo en sus palabras lo perturbaba. Se libró del amarre y comenzó a caminar hacia la cueva. Yunho recordaba haber escuchado un gruñido en su momento de desesperación…pero sólo eso.

“Tu fuego me ha quitado al demonio de adentro” Junsu le dijo cuando estaba por entrar. Yunho no volteó a mirar, pero aún no había terminado…y antes de entrar a la cueva le disparó.

“Yo que tú saldría a cazar algo para curar esas heridas, y ándate haciendo a la idea de la sangre de animales porque de mí no te alimentarás más” sentenció con brusquedad, y el ácido de sus palabras quemó más fuerte que las heridas en carne viva enrojecidas en su piel. Yunho desapareció al meterse dentro de la cueva a lo más profundo, en completa oscuridad, transformándose en lobo para echarse en un rincón de ella y así poder dormir en paz. Al fusionarse con su lobo Yunho pudo sentir la furia tronando por su sistema, abismante e infernal; atisbos del Junsu que presenció minutos atrás trasformado en una sanguijuela, a punto de matarlo, volvieron a su mente en un flash y lanzó un gruñido. Su bestia le restalló un: ‘Te lo advertí’ pero Yunho le lanzó una dentellada de vuelta, mitigando su voz. Ya había tenido suficiente tortura, y a pesar de que aún faltaban algunas horas para la noche…Yunho se sentía tan cansado y agobiado que realmente no le importó nada más, sólo cerró sus ojos y se dejó desconectar.


xXx


Junsu suspiró, sabía que no sería la primera ni la última pelea que tendría con Yunho, pero sus palabras le habían afectado. Se sentía pésimo, culpable hasta no poder más. Junsu era excepcionalmente bueno en controlar sus impulsos por sangre, él lo sabía, pero ahora…algo completamente distinto lo había atacado. Aquella sed de sangre que sintió no era la sed de sangre normal que lo atacaba para obtener la cantidad de sangre necesaria para su supervivencia, aquella sed…era una sed que sólo se saciaba con la muerte. Junsu estaba casi seguro de que aquel demonio le había metido algo al cuerpo para hacerlo actuar como una verdadera sanguijuela, pero lo que más lo perturbaba eran los recuerdos del fuego oscuro envolviéndolo por completo y la visión de Yunho, con una máscara estoica por rostro, contemplando con ojos llenos de sombras como las llamas le quemaban el cuerpo. Estaba seguro que ese no era su Yunho, y por eso podía creer que Yunho no tenía control sobre aquella habilidad y que en cambio, la habilidad lo controlaba a él. La mayor duda recaía en el verdadero origen de ella, porque si aquello hubiese sido una habilidad impuesta por terceros, el fuego lo habría matado…pero en cambio lo salvó, entonces Yunho si debía tener cierto grado de control sobre ella, aunque no del todo. La situación era más que confusa y Junsu se encontraba atado de manos. No tenía idea con quién podría comentar la situación, porque a estas alturas…ya deberían haberle puesto precio a sus cabezas por lo que nadie podría servirles de aliado. Exceptuando que pudieran encontrar la comunidad de híbridos y pedir refugio o algo por el estilo.

Lanzó una mirada hacia la cueva. A pesar de que Junsu estaba acostumbrado a dormir durante las horas del día, la idea le parecía desagradable en estos momentos. Buscó los bolsos al lado del tronco de árbol donde Yunho había estado y se cambió: un par de vaqueros y una camisa blanca larga alargada con cuello de lazos, dejando los ropajes chamuscados en el suelo. La piel quemada se le pegaba a la ropa con un doloroso ardor, pero aun así Junsu decidió a recorrer por los alrededores para poder despejar su mente. Tenía que dejar descansar a Yunho y quizás recorriendo se le ocurrieran más ideas acerca del rumbo que debían tomar a partir de ahora.

Levantándose del tronco, se puso en marcha en dirección al este, atravesando por corridas de bosques y saltando de vez en cuando quebradas de riachuelos, sin ningún rumbo fijo, tan sólo quería sentir aquella sensación de libertad que le provocaba recorrer el bosque a grandes velocidades.

Por el camino se encontró con un par de venados pastando y fueron presa suficiente para acelerar la regeneración de su cuerpo y dejarlo como nuevo. A pesar de que el sabor no era tan satisfactorio como la sabrosa sangre de Yunho, Junsu no protestó. Sabía que Yunho estaba dolido por su pérdida de control y no lo presionaría con el asunto. Si él realmente quería que Junsu no volviera a probar su sangre…lo respetaría. Lo amaba demasiado como para llegar a exigirle algo.




Cuando se encontró a puertas de un río con caudal más ancho, Junsu se detuvo para mirar a sus alrededores. Había recorrido bastante, ya que el dejo de la esencia de Yunho parecía tan sólo un atisbo de lo que había sido antes. Los árboles cada vez se estaban haciendo más frondosos y el camino a su lado estaba lleno de piedras, el escenario había cambiado brutalmente. Junsu estaba a punto de atravesar el río de un salto para continuar cuando una voz de entre los matorrales lo sobresaltó.

“¿O-Omma?” una suave voz hizo eco en todo el lugar. Junsu se detuvo y volteó la mirada en dirección a las ramas. Allí, en el fondo, podía distinguir una mata de cabello entre toda la maleza

“¿Quién va?” preguntó, inmediatamente poniéndose alerta. Esto podía ser obra de aquel demonio nuevamente, y Junsu no podía darse el lujo de volver a correr el riesgo.

El ruido en los matorrales se incrementó. Junsu se puso en guardia, esperando algún súbito ataque o algo por el estilo, pero en cambio…un niño de no más de cuatro años apareció ante sus ojos. El pequeño poseía unos vibrantes ojos color magenta y estaba envuelto en ropajes de cuero curtido. Tenía los ojos hinchados de lágrimas y sobre su rostro congestionado caía una mata de rizos color marrón. Junsu abrió sus ojos de par en par al ver al pequeño. Jamás había visto a un niño en todo el tiempo que llevaba en aquellas tierras, y estaba completamente desconcertado.

“¿E-Estás…bien?” Junsu le preguntó, aún con una sombra de duda en el rostro. ¿Qué diablos podía estar haciendo un niño en medio de todo el bosque? La idea de que trajeran niños salvajes a convivir con las criaturas del bosque le parecía simplemente descabellada. El niño debía descender de alguna parte...

“Perdido” murmuró, restregándose las lágrimas de sus ojos. “Volver a tierra”

Junsu arqueó una ceja. Las palabras del infante no le hacían ningún sentido, pero no era tan desalmado para continuar su rumbo y dejarlo allí, desamparado.

“Tranquilo, no llores más, yo voy ayudarte” Junsu le dijo mientras se acercaba a su cuerpo, agachándose hasta quedar a su nivel.

“¿Dónde queda tu hogar?” Junsu llevó las manos hasta el rostro del pequeño, limpiando algunas lágrimas y sonriéndole. El pequeño lo miró con ojos dudosos por un momento, pero luego le devolvió la sonrisa.

“Tierra” volvió a murmurar. “Abajo” le señaló el suelo con el dedo y Junsu volvió a mirarlo con confusión.

“¿Tierra?” le preguntó y el niño asintió, sonriendo.

“Abajo, Abajo” volvió a insistir. Junsu lanzó un suspiro y le abrió los brazos.

“Voy a ayudarte, pero necesito ir a buscar a mi compañero” el pequeño lo observó un segundo, como si estuviera meditando la situación. A Junsu le pareció un verdadero encanto y volvió a sonreírle con más calidez. Sintió los brazos del pequeño rodearle el cuello y se levantó con él entre sus brazos.

“Sujétate fuerte que vamos a ir un poco rápido”

El pequeño asintió, refugiando su rostro en su pecho. Junsu lo acunó a su cuerpo, pero justo cuando estaba por abandonar el lugar sintió un estridente gruñido tan sólo a pasos de su cuerpo. Volteó a mirar, asustado, para encontrarse con la figura de un licántropo en su forma intermedia de pelaje pardo y macizas garras chorreantes parado casi a la salida de los matorrales.

“Suéltalo” gruñó. El extraño había vuelto a su forma humana en una rápida desfiguración y ahora prácticamente lo fulminaba con la mirada. Rizos color marrón oscuro adornaban su rostro, y era delgado como una lanza pero de músculos muy definidos. Pantalones de cuero curtido cubrían sus piernas, y Junsu no divisó ninguna marca en sus hombros cosa que lo inquietó. Al escucharlo hablar, el pequeño levantó la cabeza del pecho de Junsu y gritó.

“¡Appa!”

“¿Appa?” Junsu exclamó, sorprendido. Jamás se le pasó por la cabeza que el pequeño podría ser hijo de un licántropo. “¿Acaso eres el padre de este niño?”

“¿Quién te crees que eres para hacer preguntas?” le espetó. “Como si no supiera que quieres vender al niño a la Orden”

“¿De qué estás hablando? ¿Por qué querría—?”

“Suéltalo o te haré soltarlo” el licántropo le advirtió.

“A mí no me amenaces” Junsu le contestó con desdén, perdiendo rápidamente la paciencia. No tenía idea de quién diablos era ese lobo, pero el tono que utilizaba no le gustaba nada.

“Chungho, conmigo” articuló, y el niño se bajó de los brazos de Junsu, corriendo directo al lado del licántropo. “Oh, te has metido con la persona equivocada…te lo aseguro”

Cuando Junsu volvió a mirarlo, todo le hizo sentido. El licántropo…tenía ojos plateados al igual que los suyos y el rostro de Junsu se iluminó. Era un híbrido, y tenía tantas cosas que preguntarle, pero las palabras murieron en su garganta cuando observó los ojos del hombre encenderse, tornándose del mismo color magenta que los del pequeño. Un escalofrió lo recorrió de pies a cabeza al sentir que del híbrido comenzaba a irradiar energía. Junsu comprendió que sería una situación de vida o muerte, ya que no se encontraba en las condiciones de pelear, o realmente…no sabía cómo, así que optó por utilizar su velocidad. Se dio la vuelta, y estaba a punto de correr de vuelta hacia el bosque cuando una enorme pared de agua le cerró el paso.

‘¿Qué diablos…?’ Pensó, volteando a mirarlo de nuevo y quedando…completamente estupefacto. El híbrido había levantado el agua del río, manipulándola quién sabe cómo, para hacerla bloquearle el paso. Esto estaba mal, muy mal…

“Si piensas que te voy a dejar escapar, estás loco” advirtió, voz profunda y raspada.

“¿Cómo lo has hecho?” Junsu le preguntó, mirando de reojo la pared de agua que continuaba fluyendo atrás de su cuerpo. El torrente fluía con tanta velocidad que Junsu estaba seguro que si se atrevía a atravesarla le cortaría la piel…

“Eso no es de tu incumbencia” sus ojos volvieron a encenderse de nuevo y entonces Junsu pudo ver la energía focalizada alrededor de sus manos. Movió las manos hacia arriba y la pared de agua se levantó, tornándose en una tuba de agua que subió por encima de Junsu hasta quedar al frente del híbrido.

“Vamos, muéstrame lo que tienes” le dijo, maniobrando la corriente de agua entre sus manos. Hizo un ademán y el agua salió disparada hacia el cuerpo de Junsu en forma de dagas.

Junsu comenzó a moverse, esquivando fácilmente cada tiro que le lanzaba. Era lo único que tenía hasta el momento, la velocidad, y debía aprovecharla al máximo si quería salir de esta ileso. Una daga de agua le alcanzó la mano en un rápido corte y Junsu se aterró. El agua usualmente no lo habría cortado porque no poseía la consistencia, pero ésta…era casi como si la hubiesen moldeado de nuevo, como si tuviera filo. Se dio cuenta de que el extraño poder de aquel hibrido no era ningún juego, tenía que escapar lo antes posible.

La frecuencia se incrementó: llovían dagas de agua por doquier y a Junsu le estaba costando trabajo seguir esquivándolas, tenía que pensar en algo rápido para poder atacar al hibrido.

Siguió zigzagueando en torno, y en un instante observó que a la derecha del engendro, donde estaba el pequeño, había una brecha entre él y su manipulación de agua, Junsu podría entrar por ahí y tumbarlo, tan sólo necesitaba un segundo de tiempo y podría escapar. Decidido, se detuvo en seco, saltando hacia la derecha y quedando a pasos de su cuerpo, pero justo cuando estaba por saltar a tumbarlo Junsu sintió el agua pegarse a su cuerpo como verdaderas cadenas y en menos de un segundo estaba aprisionado contra un tronco de árbol, atado de pies y manos a el por unas verdaderas cadenas de agua densa.

“Muy poco inteligente” resopló. “Puedo controlar la energía del agua y utilizarla a mi favor. Lo siento, pero déjame decirte que tu rapidez no te llevará a ninguna parte”

Junsu sintió la presión del agua sobre su piel como si fuera metal real y lanzó un quejido cuando sintió la piel enrojecerse, llegando a quedar en carne viva; la sangre rápidamente comenzando a manar.

“Para ser un híbrido, me decepcionas” sus ojos volvieron a encenderse y la presión entre sus extremidades se incrementó. Junsu gritó, desesperado, y sus pensamientos inmediatamente viajaron a Yunho. Estaba demasiado lejos para escucharlo, quizás todavía seguía dormido, y Junsu mentalmente le pidió disculpas por haberse descontrolado. La presión sobre sus extremidades volvió a incrementarse y Junsu sintió la sangre escurrir con más fuerza, comenzando a formar un charco a sus pies. Era evidente que el hibrido tenía intenciones de desangrarlo hasta la muerte. Sus ojos se llenaron con lágrimas de impotencia al sentirse tan débil mientras un sollozo escapaba de sus labios. Odiaba ser débil y no tener idea de cómo utilizar su nuevo potencial…odiaba haber llegado tan lejos para ser eliminado por un verdadero engendro sin ni siquiera alguna respuesta acerca de su verdadera condición. Gritó, la garganta raspándose con la fuerza, pero su ruido fue interrumpido por un nuevo gruñido. Junsu giró su rostro y todo volvió a hacerle sentido de nuevo al ver el pelaje blanco resplandeciente de Yunho gruñirle a su captor.

“¿Quién diablos eres?” el híbrido masculló al sentir el ruido, girando su rostro para encararlo, pero sin dejar de aprisionar a Junsu contra el tronco de árbol.

“La persona que va a matarte si no lo sueltas”

Junsu observó las garras de Yunho llenarse de veneno mientras avanzaba más cerca del hibrido. Se habría transformado a su forma intermedia, y Junsu hasta podía jurar que su figura había crecido aún más, sus músculos se habían tonificado y su cabeza lobuna había adquirido rasgos más gruesos; fauces abriéndose para revelar sus colmillos asesinos al gruñirle a su captor.

“Eso está por verse”

El hibrido volvió a concentrar sus energías en las manos, levantando una nueva corriente de agua del río para lanzársela a Yunho, Él fue lo suficientemente rápido para esquivar el golpe, y comenzó a rechazar cada daga de agua con sus garras, sin dejar de avanzar hacia el híbrido.

“Deberías jugar limpio” Yunho le espetó antes de lanzarse contra él. El golpe fue rápido y pudo asestarle un zarpazo con sus garras que le quedó impregnado en la piel del torso, pero el híbrido fue capaz de reaccionar para manipular el agua y clavarle en la espalda una lluvia de dagas de agua que lo perforaron como verdaderos aguijones de avispa. Yunho pudo escuchar el grito horrorizado de Junsu. Abrió los ojos de par en par, escupiendo un chorro de sangre, y luego bajando la mirada hasta observar su pecho, perplejo. Estaba lleno de pequeños agujeros, casi imperceptibles, pero que al instante comenzaron a chorrear sangre.

“M-Mierda…” murmuró, cayendo de bruces al suelo. Nada le hacía sentido, no podía creer que acabada de ser herido de muerte por lo que parecían ser dagas de… ¿Agua? ¿Qué clase de broma enferma era eso?

“Increíble….pudiste cortarme. Nadie jamás ha podido cortarme” Yunho escuchó la voz del híbrido alrededor suyo, pero el dolor comenzaba aturdirlo.

“Tal vez…puedas volver a sorprenderme, Jung Yunho”

Los gritos de Junsu se hicieron más fuertes. Yunho se sorprendió al escucharlo llamarlo por su nombre, y luego levantó un poco la cabeza para ver que el desgraciado tenía los tobillos y muñecas de Junsu en carne viva y chorreando sangre. Lo seguía torturando, con intenciones de desangrarlo hasta la muerte. No podía permitirlo…

Yunho intentó levantarse, pero la rápida pérdida de sangre lo estaba debilitando al punto de que no fue capaz ni siquiera de llegar a pararse, cayó nuevamente de bruces al suelo, incapaz de mantenerse en pie. Apretó los puños, con lágrimas de rabia e impotencia calándole hasta lo más hondo y los gritos de Junsu carcomiéndole hasta el alma. Habían llegado tan lejos sólo para ser derrotados por un engendro de híbrido con energías casi del tipo demoniaco. Una pelea de cuerpo contra una habilidad sobrenatural jamás sería justa, y Yunho estaba seguro que le habría ganado al desgraciado si hubiese usado sus garras, pero ahora estaba desangrándose hasta la muerte y no tenía ni fuerzas para continuar, y Junsu…iría rápidamente por las mismas.

No…no podía permitirlo, no podía dejar que todo acabara aquí. Necesitaba tener fuerzas, necesitaba volverse aún más fuerte para protegerlo…para protegerlos a todos...

“Yunho…”

Escuchó una voz dentro, una voz que no provenía de los alrededores. Quizás sólo lo estaba imaginando producto de la pérdida de sangre, Yunho realmente no estaba seguro.

“Estoy aquí, Yunho, ¿No me ves?”

Cuando giró su rostro en dirección a dónde provenía la voz, quedó completamente estupefacto. No sabía si estaba alucinando o si realmente la criatura estaba allí…pero a su lado, sentado en sus cuartos traseros, yacía un lobo…un lobo cuya piel estaba hecha de fuego negro.

“¿Qué…?” Yunho trató de hablar, pero hasta hacerlo le producía dolor.

“Te he escuchado Yunho, he escuchado tu llamado. Quieres poder, lo necesitas…”

‘Lo necesito. No puedo con él, es demasiado fuerte…y completamente injusto’

Yunho pensó que había enloquecido por completo, pero aún así le contestó, pensando las palabras en vez de articularlas. Estaba desesperado y si éste era su último delirio a puertas de la muerte lo aprovecharía. El lobo lanzó un bufido.

”No hasta que tú aprendas. Dime, Yunho… ¿Quieres proteger a Junsu?”

‘Claro que si’

“Tú lobo interno no lo quiere, no está de acuerdo con tu unión. Junsu no fue aceptado y tu lobo sigue aullando por la Sangre de tu sangre”

Yunho habría bufado si hacerlo no le doliese tanto. Estaba consciente de ello y no necesitaba que se lo repitieran, diablos…él podía escucharlo rugiendo dentro. Sabía que los lazos de los lobos eran más fuertes y abismantes que cualquier otro vínculo, su padre se lo había dejado claro cuando apenas era un niño. Cuando los lobos se mordían y se unían en la pasión, el lazo era conocido como ‘Sangre de la Sangre’ porque el vínculo jamás dejaba de fluir y la fuerza se transmitía. Se decía que ambos lobos pasaban a llevar la misma sangre, con las mismas fuerzas. Aquel lazo tiraba más fuerte que cualquier otra fuerza, todos los lobos lo sabían. Pero a pesar de ello…Yunho quería rehacer su vida y su lobo interno no lo detendría, ni por mucho que le reclamara a su otra mitad del pasado.

‘No me importa, soy yo el que decide’

“¿A pesar de que son uno sólo? Sabes que no puedes vivir con tu lobo peleado…”

‘Lo entenderá, mientras…nada lo perturbe estará bien’

Yunho lo sabía, podía manejarlo…el asunto estaba bajo control.

“Veo que quieres proteger a Junsu a cualquier costo. ¿Y qué hay de la tierra a tu alrededor? ¿Quieres protegerla también?”

‘Por supuesto. Quiero proteger el mundo donde Junsu y yo podamos estar en paz’ Yunho tenía que hacerle entender a, lo que fuera que tuviese al frente que necesitaba ser más fuerte, que era la única manera de salvarle la vida a Junsu, quien no paraba de gritar de dolor…

“¿Cuánto estarías dispuesto a sacrificar por ello?”

‘Todo lo que fuese necesario’

“Entonces, Yunho…debemos ser uno. Soy una parte de ti, estoy dentro de tu lobo interno y te pertenezco. Te ayudé a salvar a Junsu en la guerra cuando iba a morir a manos de Changmin, y te ayudé a sacarle el maleficio del cuerpo cuando un demonio lo hizo querer matarte. Tú fuiste escogido porque la tierra está pidiendo un cambio, y yo te otorgaré la fuerza para dárselo. Soy una parte de ti, Yunho y responderé a tu llamado. No será nada de fácil porque tendrás que poner a prueba tu determinación, pero por ahora…pronuncia mi verdadero nombre y abraza tu potencial, para lo que has nacido”

El shock de energía lo azotó como un verdadero rayo cuando el lobo le susurró el nombre. Yunho podía sentir su creciente energía naciendo desde el fondo de su cuerpo, a punto de estallar, y las heridas de su cuerpo fueron cerradas al instante. Se levantó del suelo en un abrupto movimiento, con toda su energía oscura irradiando en torno suyo. El híbrido se percató de la creciente energía y cuando giró su rostro para mirarlo, sólo pudo contemplarlo…perplejo. Yunho volvió a su forma humana en un destello oscuro. El híbrido aún no podía creer que sus heridas se hubiesen cerrado cuando él lo había herido de muerte…

“N-No” murmuró. “E-Es imposible…”

Junsu abrió los ojos de par en par al nuevamente ver la oscura energía. Por un momento creyó que estaba alucinando, pero al escuchar la voz de Yunho nuevamente supo que era verdaderamente él la persona que tenía al frente y que ahora…amenazaba con quemar todo a su paso.

“Consume, ‘Black Sun Rising’”

-o-


Koiko: Gruñí un montón con este capítulo pero al final quedé bastante conforme. Tenemos dos nuevos personajes :B y déjenme decirles que cada personaje original creado por mí tendrá gran parte en la historia, así que no pierdan de la mente a estos nuevos seres x)
Este capítulo es uno de los cruciales porque como han podido leer el lobo de fuego se apareció ante Yunho y se fusionó con su cuerpo, cada palabra que dijo es bastante relevante y juega un papel bien fuerte en la historia. Yunho menciona también atisbos del ritual de unión de los lobos, yo voy a volver a ese tema con el interludio que tengo preparado así que descuiden que nada aquí quedará inconcluso. Nuevamente, agradecer a todos mis lectores y a los que se dan un tiempito de dejarme un comentario. Yo leo todos los comentarios ya sea en mi livejournal donde respondo directamente, en el blog de Lala y en el blog de Mery, así que no se preocupen que tengo todas sus opiniones en mente :B una vez más muchísimas gracias por el respaldo <.3


The Castle of Count - Cap 2

El joven príncipe seguía con sus salidas, nunca creyó en las palabras de su padre sobre aquella bestia de la que todos los ancianos y sirvientes hablaban, como nunca en su vida la había visto no había a que temer. Continúo con su rutina normal como todos los días.



Prince: -caminando tranquilamente por las calles-

Yunho: -con todo su cuerpo cubierto- Buenos días joven príncipe

Prince: -se gira al escuchar una voz no conocida- Buenos días señor –frunciendo un poco el entrecejo-

Yunho: ¿qué tal su paseo? Se ve bastante tranquilo

Prince: Claro no hay por qué temer pero ¿usted porque esta vestido así?

Yunho: ¿yo? Bueno vera, estoy algo enfermo

Prince: por favor cuide su salud –venía siguiendo su camino-

Yunho: Hasta luego –venia-



Al parecer el joven gobernador no se percató que aquella presencia extraña frente sus ojos era esa maldita figura a la cual su padre le temía, siguió su camino sin percatarse de que su vida podía cambiar en tan solo 5 segundo.

Cuando aquel hombre llego al castillo, los soldados solo abrieron las puertas sin preguntar nombre alguno, el rey lo había visto venir de lejos, así que ordeno que en cuanto se posara frente las grandes puertas de metal se abriesen sin preguntas, no quería hacer enfadar a aquella bestia que podría arrebatarle a su hijo.



Rey: Mucho tiempo sin verte por estos lados

Yunho: no puedo vivir encerrado toda mi maldita vida en aquella cueva

Rey: tienes razón ¿algo para beber?

Yunho: ya sabes que puedes ofrecerme de beber, no somos desconocidos –sentándose en un gran sofá con adornos de oro-

Rey: lamentablemente los humanos no acostumbramos a beber ese tipo de cosas

Yunho: ¿dije ser humano? Solo hazlo

Rey: -llamando rápidamente a las sirvientas- ve y mata una gallina trae su sangre de inmediato

Sirvienta: como usted diga señor

Yunho: Vi a tu hijo, está bastante grande y no se parece a ti

Rey: -mirándolo seriamente-

Yunho: le dije que estaba enfermo, no me quite esta maldita vestimenta frente a él o moriría

Rey: -susurrando- *deberías haberlo hecho*

Yunho: ¿dijo algo? –Riendo- hare como que no oí nada

Sirvienta: tenga señor –entregándole la sangre en una copa de oro-

Yunho: Gracias –haciendo una leve reverencia con su cabeza-

Sirvienta: -reverencia-



Aquella mujer salió aterrorizada de aquel salón, todos pudieron enterarse que la presencia que estaba dentro del castillo era el vampiro, todos intentaban verse naturales pero al parecer no les resultaba, él podía sentir todo, escuchar todo. Eso es lo que aquellas personas no sabían.

Se paseaba por donde se le diera la gana, claramente por los lugares más oscuros de aquel castillo, donde nadie se iría a meter, aquellos viejos subterráneos con callejones eran espectaculares para él no llegaba luz del sol, no tenía que irse de allí.



Yunho: Rey, podrías prestarme algunas cosas de una de las habitaciones

Rey: Para que, solo duerme en una de ellas y ya

Yunho: sabes perfectamente que, una vez que tus sirvientas entren a la habitación abrirán las cortinas

Rey: tengo yo culpa de ¿que seas así? –Levantando una ceja-

Yunho: ya sabes que debes obedecerme ¿no? Oh tu amado hijo… -mirando sus uñas- podría sufrir las consecuencias

Rey: donde llevaras las cosas

Yunho: al sótano, encontré algunas bodegas viejas que con un poco de ayuda, pueden servirme como hogar –sonriendo-

Rey: ¿Q…Que?

Yunho: no estarás olvidando, que si no hubiese sido por mi ayuda, no estarías parado aquí

Rey: Lo. Lo siento.. Mandare a mis mejores obreros a ordenar

Yunho: así está mejor… -escuchando a lo lejos los pasos del príncipe- es mejor que me vaya

Rey: no, te interesa hablar con Min

Yunho: no es el momento, pronto hablare con el –colocándose aquel abrigo con gran capucha- te veré a la hora de cenar

Rey: -solo asiente despavorido-



En algunas ocasiones el rey tenia superioridad sobre aquella bestia, la tenía solo cuando portaba algunas cadenas en forma de cruz y balas de plata, que por lo general solo lograban debilitar un poco al animal, pero no del todo.

Aquella noche cuando el vampiro decidió quedarse en el castillo, el rey tuvo miedo por su hijo, aunque él quisiera decir lo contrario temía por la vida del príncipe ya que, sabia de lo que Yunho era capaz de hacer.

Así que mando a varios guardias a cuidar la habitación del joven, el cual quedo realmente sorprendido con el actuar de su padre, no entendía porque razón estaba creando tal alboroto, solo le quedaba pensar que si no se aproximaba una guerra en la cual el pudiese salir herido era algo más grave, como alguna enfermedad.



Prince: ¡Padre! ¿Por qué estás haciendo esto?

Rey: A pasado algo terrible, tu solo confía en mi

Prince: no crees que sería mejor decírmelo

Rey: en algún momento te lo diré, y lo agradecerás

Prince: -molesto por aquella respuesta- ya no soy un niño, deberías decirme lo que está pasando

Rey: solo te diré una cosa, hay una presencia extraña en el castillo, si sientes cualquier cosa, alguna manifestación, caminatas o voces en el subterráneo, no bajes.

Prince: ¿que hay en el subterráneo? –Frunciendo un poco el ceño-

Rey: -acercándose al joven- solo no te aparezcas por allí, si me entero que bajaste –suspirando- tomare medidas drásticas contigo, es por tu protección

Prince: está bien padre, pero no puedes ocultar la verdad por siempre.

The Castle of Count - Cap 3

El joven príncipe, había quedado con muchas dudas, su padre nunca fue claro dándole explicaciones, así que si no averiguaba el por sus propios medios, tenía a su sirviente para que fuese a investigar por él.

El rey al sentirse presionado por el vampiro que estaba habitando en el castillo, le pedía a su guardia que fuese constantemente a preguntar si necesitaba algo, el soldado cada vez volvía más y más nervioso, esto se debía a que la ansiedad de su rey más las malos tratos del vampiro lo hacían sentir indefenso.


Rey: Preparaste la comida para la bestia

Cocinera: si su majestad

Rey: está bien, espero no se queje luego.

Cocinera: espero no, nos coma luego a nosotros señor

Rey: Que tonteras dices, no seas ilusa el no sería capaz de comerte a ti

Cocinera: que trata de decir

Rey: nada, nada –mirándola de reojos- mejor me iré

Cocinera: si mejor –despacio-




En aquellos momentos, Yunho se preparaba en su improvisada habitación para ir a comer con el rey su hijo, no pretendía quedarse más de 3 o 4 días en aquel castillo, todos eran demasiados ruidos y él quería calma, coloco sobre sus hombros un gran abrigo, negro con algunas aplicaciones metálicas en forma de calavera.

En cambio el joven príncipe, se preparaba como todos los días para cenar con su padre, hasta que una voz le alerto sobre lo que pasaría en aquella cena, aunque el incrédulamente no haya escuchado.




Soldado: Príncipe, dicen que por el sótano y alrededores de este lugar, se encuentra la bestia

Prince: ¿la…bestia? –Sonriendo- de que hablas

Soldado: Nunca escucho hablar de aquella extraña figura que hace algunos años, antes de que usted naciera devasto nuestro pequeño pueblo

Prince: no, nunca la escuche, ni siquiera de la boca de mi padre, así que deja de hablar tonterías y olvídate de esas cosas

Soldado: perdón señor, pero no son tonterías, debe tener en cuenta mis palabras, porque uno de estos días algo malo va a pasar

Prince: ¡SOLDADO! Mantenga la boca cierra

Soldado: sí, señor, perdón




El príncipe continúo lo que hacía antes de que el soldado le interrumpiera, aunque las palabras de aquel hombre habían quedado en su mente dando vueltas y ¿si era realmente así? ¿Si existiese realmente esa extraña y tenebrosa presencia? La cara del muchacho se volvía extraña cada vez que recordaba las palabras de su soldado, el quizás se estaba volviendo loco tanto tiempo dentro del castillo.




Rey: -esperando la cena-

Sirvienta: perdone señor –colocando el plato frente al rey-

Rey: ¿vendrá mi hijo?

Sirvienta: sí señor, el joven se está preparando

Yunho: Buenas noches –presentándose con un largo abrigo negro-

Rey: Ash…para usted serán buenas

Sirvienta: -corriendo a la cocina-

Prince: Buenas noches padre –extrañado- Buenas noches? –Esperando alguna respuesta-

Yunho: Buenas noches príncipe –una sonrisa malévola se nota en su rostro-

Prince: padre no me avisaste que teníamos visita hoy

Rey: llego de improviso hijo –mirándolo- como siempre

Prince: ¿Cuál…es su nombre? –mirando a aquella presencia fijamente-

Yunho: ¿mi nombre?.. Es necesario para usted saberlo

Prince: Claro que lo es… como podemos comunicarnos si no se su nombre –alzando una ceja-

Yunho: es verdad…-una pequeña risa sarcástica- mi nombre es Yunho…Jung Yunho




Los soldados que estaban cerca del príncipe, corrieron las alertas de protección, sabían que aquel hombre, bestia, lo que fuese podría causarles problemas tanto al rey como al futuro heredero al trono, sus miradas estaban cargadas de miedo; el temor se los comía lentamente, solo les quedaba rezar por sus vidas y confiar en que aquella bestia, solo venia como un visitante tranquilo.




Rey: come hijo…come

Yunho: Señor, su hijo solo quiere saber quién soy ¿hay algo malo con eso?

Prince: no se preocupe Yunho, es normal mi padre se preocupa mucho por mi

Rey: no es necesario que digas eso –mirándolo-

Yunho: así que lo cuida mucho –mirando al rey- sería una lástima que le sucediera algo ¿verdad?

Rey: si, pero yo sabría quien lo hizo, lo buscaría y cobraría venganza –mirando a Yunho fijamente a los ojos-

Prince: esta algo tensa esta conversación –incomodo- Yunho ¿a qué se dedica?

Yunho: oh yo, tengo algunas tierras, algunas franquicias agrarias.

Prince: uh… usted es un gran empresario ¿no? Debe vivir muy bien; padre nunca habías hablado de el ¿lo conociste en tu viaje?

Rey: Lo conozco hace años, era un amigo de la familia hace años

Prince: aún debe serlo padre, no estaría cenando hoy con nosotros si no lo fuese

Yunho: su hijo es bastante inteligente, veo que no saco sus genes

Rey: -desfigurándose su rostro- ¿Qué?

Yunho: -riendo- tranquilo es solo una broma

Prince: -Riendo-


Aquella noche, las cosas en el castillo fueron tranquilas, no hubo movimiento, el vampiro se retiró al sótano de donde no saldría hasta un nuevo aviso, mientras que el príncipe, se recostó en su cama aún seguía resguardado por todos esos guardias, que había enviado el rey para protegerlo, el joven se sentía incómodo con tanta gente cerca, deseaba poder salir a caminar como todas las noches cerca del castillo pero el rey se lo había impedido por esta noche, hasta que las cosas se solucionaran.

The Castle of Count - Cap 4

Prince: -recostado en su cama, mirando fijamente el techo- ¿lo conoce? ¿No lo conoce? ¿Quién es?

Soldado: Príncipe… ¿no saldrá a caminar hoy?

Prince: No, hoy no quiero hacerlo, no tengo ánimos

Soldado: Como usted diga señor –realizando una venia, saliendo de la habitación-

Prince: Soldado….-llamándolo-

Soldado: Diga señor –sin mirarlo-

Prince: ven, entra…. Toma asiento

Soldado: eh…No señor

Prince: es una orden

Soldado: Si señor….-sentándose- D-dígame

Prince: quiero que me digas, todo lo que sabes sobre el hombre que estaba hoy en la cena

Soldado: señor... lo único que se dé el, es que es un conde, que no venía hace muchos años mi bis abuelo hablaba del pero como una bestia con ojos rojizos y grandes dientes.

Prince: ¿ojos rojos? ¿Grande dientes? ¿Un hombre lobo?

Soldado: peor que eso, un. Un vampiro –mirando al príncipe-

Prince: un vampiro –impresionado- woahh… ¿es enserio?

Soldado: -asiente completamente seguro-

Prince: no lo creo, quiero que averigües todo sobre el –sonriendo-

Soldado: ¿y-yo? ¿Yo solo?

Prince: si, tu solo…




El pobre soldado, tuvo que obedecer a las órdenes que le había dado el príncipe, con temor, comenzó a recaudar la información pedida, hablando con sus abuelos, familias cercanas que habían sufrido ataques producidos por este bestia y amigos cercanos los cuales habían perdido a sus madres, hermanos o simplemente a ellos mismos que alcanzaron a escapar de sus garras.




Una vez creyó tener toda la información que se suponía que era suficiente para el príncipe, presencio un acto de cruda violencia de este hombre a una de las empleadas, no pudo hacer otra cosa más que esconderse entre los arbustos cercanos, para no ser descubierto.

Sirvienta: No señor, no me haga nada por favor

Yunho: te pedí que trajeras a esta ave viva! –Sosteniéndola contra la muralla-

Sirvienta: Perdone señor, yo pensé que la quería cocinada –llorando desconsoladamente-

Yunho: ¿Cómo la pedí? No sabes escuchar –gritando- TE LO DIJE! O NO

Sirvienta: S-si señor… perdóneme

Yunho: -abofeteando a la chica- trae otra ¡AHORA! Y esta vez que esté viva! O la que morirá serás tú

Sirvienta: -corriendo a buscar otra ave-

Yunho: Maldita sea! –golpeando la muralla, dejando una trizadura en ella-

Sirvienta: S-señor. Aquí…aquí está su ave –sollozando-

Yunho: muchas gracias, -mirando a aquella ave con desesperación- retírate

Sirvienta: -alejándose-




Una vez que la sirvienta se retiró, comenzó a succionar la sangre de aquella ave con desesperación, sus ojos se tornaron rojos, sus colmillos crecieron de una forma impresionante, que nadie se podía explicar, todas aquellas historias y rumores eran ciertos, el soldado quedo impresionado con lo que vio, que no se atrevió a mover un musculo de aquel arbusto, se quedó allí hasta que aquella bestia se retiró del lugar, sabía que si lo veía, la próxima muerte del pueblo no sería otra ave si no que él.




Soldado: Prin…Príncipe!!! –Corriendo- Príncipe…

Prince: Soldado ¿qué tiene? –preocupado-

Soldado: no me lo va a creer –casi llorando-

Prince: cálmese y dígamelo

Soldado: el conde, el conde…. Golpeo a una de las sirvientas, y…y dejo a una de las gallinas secas

Prince: ¿secas? –Mirándolo- como que seca

Soldado: el, sus ojos, eran rojos. Diabólicos… sus dientes, -haciendo un gesto con sus dedos- eran así de grandes…enormes…le quebró el cuello a la gallina

Prince: ¿Qué? Como paso eso ¿Cuándo paso?

Soldado: en la madrugada, cuando regresaba de buscar toda la información que usted necesita –sollozando-

Prince: saldremos juntos hoy, para asegurarnos de que es siempre igual –firme-

Soldado: señor, es peligroso, tuve que esconderme en los arbustos

Prince: ve a buscar a la sirvienta, ve…

Soldado: -saliendo rápidamente de la habitación del joven-




En ese día el joven no salió a dar su recorrido diario por el pueblo ya que para él era más importante en esos momentos saber la verdadera identidad del conde Yunho. Es por esta razón que muchos de los ciudadanos se preocuparon enormemente al no verlo por las calles como era de costumbre. Algunos de ellos se dirigieron al castillo para preguntar por él. La excusa que el príncipe mando a decir fue que había amanecido con algo de fiebre y que no saldría en varios días, que no se preocuparan por él.




Yunho: -recorriendo el castillo, con aquella capucha-

Prince: conde… ¿es usted?

Yunho: príncipe... Gusto en verlo... –sonriendo al verle-

Prince: es un hermoso día ¿Por qué anda así vestido?

Yunho: tengo una extraña enfermedad, no puedo exponerme a los rayos solares

Prince: ¿qué enfermedad? No he oído hablar de ella, podría explicarme

Yunho: claro príncipe pero no ahora… -desviando la mirada- no salió a dar su paseo matutino

Prince: no, no me dieron ganas hoy, me entere de algunas cosas, y me quede por mi seguridad

Yunho: de día no podría ocurrirle nada –mirándole seguro de lo que decía-

Prince: lo veo muy seguro… -suspirando- permiso…

Yunho: adelante ChangMin… -continuando su camino-




El joven había quedado con muchas dudas luego de que su soldado llegase de aquella forma frente a él, diciendo aquellas barbaridades de este tipo, sus gestos dejaban mucho de desear, sus acciones igualmente, algo se traía entré manos aquel tipo, y no era nada bueno, por lo que el joven príncipe estaba decidido a defender su trono y su gente con sus propias manos.

The Castle of Count - Cap 5

El soldado, acompañado del curioso príncipe se dirigieron a los oscuros callejones que tenía el sótano del castillo, no podían negar que entre toda aquella curiosidad brotaba por sus poros el miedo de que apareciese algo espeluznante frente a ellos, se imaginaron lo peor, cuerpos colgados, destrozados, sin cabeza y demaces, pero sobre todo a la gente de su pueblo destrozada por esta maldita bestia.


Soldado: Príncipe, ¿está usted seguro que quiere seguir? –realizando un ademan de miedo-

Prince: ¡claro! ¿Usted no quiere continuar?

Soldado: no es eso señor, solo le preguntaba

Prince: si esa bestia se alimenta del miedo de la gente, usted aquí sería el primero en ser asesinado

Soldado: No diga esas cosas señor –mirándolo- yo…yo no tengo miedo

Prince: está temblando… eso no es miedo… -colocando una mano sobre su hombro- continuemos

Soldado: ¡si señor! –Caminado detrás del príncipe-




Lo que no esperaba el joven príncipe y su soldado, era que dentro de todo lo que su imaginación podía hacerles creer entre todas esas sombras y ruidos, es que apareciesen millones de aves que si bien estaban muertas y en estado de descomposición, se notaban completas, con sus 2 patas, y cabeza. Lo único extraño en ellas era que toda su sangre había sido extraída, como para hacer un rito satánico.




Soldado: Ash, que es ese olor –tapando su nariz-

Prince: ¿no es evidente? Mire cuantas aves hay aquí

Soldado: Señor, no le parece extraño que ese señor con el que hablo hace rato, no duerma arriba en las habitación como los demás

Prince: ¿él no duerme en habitaciones? …. –extrañado- donde está quedándose-

Yunho: aquí, donde estas de pie

Soldado: -protegiendo al príncipe- aléjese! Ahora!

Yunho: no tengo intención de dañarlo, -apariencia calmada- al que puedo dañar sin tener piedad es a ti –mirando al soldado-

Prince: ¿Qué es usted? ¿Qué clase de persona es?

Yunho: ¿persona? –Ríe- deje de ser persona hace muchos años

Soldado: -sin dejar de apuntarlo con su arma-

Yunho: quita eso, aunque dispares no me mataras jamás, iluso

Prince: entonces los rumores de mis empleados es cierto –mirando a Yunho- usted es una bestia y está haciendo estragos con las aves de los pobladores

Yunho: cálmese príncipe, -mirando sus uñas- no debería molestarse lo hace envejecer más rápido

Prince: ¿Qué quiere de mi padre? ¿Qué quiere de nuestro reino?

Yunho: ¡CORRECCION! Mi reino… -suspirando- si no fuese por mi usted príncipe. Sería un miserable campesino como todos los demás

Soldado: ¡NO SE ACERQUE AL PRINCIPE! –Dándole empujones con su arma-

Yunho: ¡ESTAS COLMANDO MI PACIENCIA! –De un solo movimiento, lo dejo tumbado contra la muralla-

Prince: -mirando a su soldado- ¿Qué, me hará lo mismo?

Yunho: no, no con usted no, no podría príncipe…




La sangre de aquella bestia estaba ardiendo de ira, al ser descubierto por la persona menos indicada, la vida del príncipe corría peligro al estar cerca de aquella cosa a la cual estaba enfrentado con el temor de ser desgarrado por completo, por aquel animal, ahora sus medios eran evidentes, al ver la fuerza que mantenía oculta este hombre, sus ojos se habían vuelto rojos tal cual como su soldado había advertido hace unas horas atrás, solo faltaba una prueba más, sus colmillos, aun no sufría toda su transformación.




Yunho: usted, no debería interferir en lo que no le corresponde

Prince: ¿Qué es lo que, según usted…. No me corresponde?

Yunho: averiguar la vida de los demás, a usted le importa mi vida ¿eh?

Prince: no, solo quiero saber porque mi padre nunca lo menciono, nunca me dijo nada de usted

Yunho: por algo debe ser, míreme… es obvio, nadie quiere tenerme cerca, desaparecí hace millones de años de este lugar, mate a centenares de personas y ¿aun quiere saber de mí?

Prince: y lo dice muy liviano, como si matar a unas cuantas personas para usted fuese lo mejor del mundo

Yunho: lo es, debo alimentarme de algo… o ¿cree que mato esas aves por diversión?

Prince: peor estas matando a las aves de la gente, y las dejas sin comer

Yunho: debo hacerlo, es mi método de sobrevivencia, pero ese no es punto –comenzando a enojarse-

Soldado: -comenzando a reaccionar- Aahh

Prince: ¿Cuál es el punto? Que quieres

Yunho: que su padre diga la verdad… nada mas eso

Prince: ¿Qué verdad?

Yunho: la de su familia príncipe… -diciéndolo disgustado-

Prince: ¿qué paso con mi familia? –serio-

Yunho: murieron… -suspirando a gusto-

Prince: mi madre y mi familia deben haber muerto en sus manos –mirándolo- mi padre nunca ha mencionado a mi madre.

Yunho: oh ¿eso crees? Debe preguntarle su padre porque nunca menciono a su madre –riendo- era una mujer hermosa… al igual que usted, inteligente no como su padre

Prince: ¿Qué sucedió con ella? –Molesto- ¿Qué?

Yunho: ¿en verdad quiere saber? –Suspirando- ¿en realidad quiere saber? Te lo diré…

Prince: dígalo de una buena vez…. –esperando-

Yunho: como quiera no tengo porque ocultarlo….-mirando al soldado- su madre, -tomándose una pausa- su madre se suicidó, por culpa de su padre…

Soldado: -levantándose con dificultad-

Prince: ¡miente! –Negando- ¡USTED MIENTE!

Yunho: pregúntele a su padre, si no me cree… el me pidió ayuda para esconder aquel crimen un asesino no llega poder fácilmente, mucho menos cuando el hijo que crio realmente no es su hijo sino de su hermano –sus ojos se tornan rojizos- así que ahora no me moleste más querido príncipe si no quiere que lo dañe igual como a su soldado, debería traer al médico, tendrá un par de huesos rotos –riendo-

Prince: cállese… eso lo veré yo personalmente… -saliendo del lugar-




Aquella bestia había desatado el peor estado de ánimo que jamás se había visto en el príncipe, aquel chico salió corriendo entre los callejones en busca de explicaciones, sin su soldado, buscando por todo el castillo a su padre, el cual tendría que darle cientos de explicaciones en el momento. En esos momentos, lo único que el príncipe podría esperar en esos momentos es una verdadera y sincera respuesta de su padre.




Prince: -entrando a la habitación de su padre- con usted tengo que hablar

Rey: ¿Cómo puedes entrar de esa forma? ¿Acaso no tienes educación?

Prince: es verdad que ¿usted mato a su propio hermano por poder? Que yo no soy su hijo y que mi madre se suicidó por esto

Rey: -asustado por todas esas preguntas, cayendo de golpe en su silla- q-quien te dijo eso

Prince: que le importa a usted quien me lo haya dicho ¡RESPONDA! ¿es verdad o no?

Rey: príncipe yo…..hijo yo….

Prince: si o no….

Rey: -asiente suavemente, bajando su cabeza- es verdad hijo

Prince: No me llame hijo… señor…usted no es mi padre… -sollozando retirándose-

Yunho: -apareciendo- se lo dije príncipe, ahora puede confiar solo en ciertas personas…

Prince: -dándole un empujón- ¡quítese!




Lo que Yunho buscaba en esos momentos, no era la destrucción del reino, ni mucho menos del príncipe, si no que quitarle lo más preciado al rey, su poder, su riqueza y su hijo llevarlo a su lado, desde que había visto al joven crecer, se propuso aquella meta que cuando el príncipe tuviera 26 años se acercaría sigilosamente a él para poder tomar el mando del castillo junto al joven. Si, podemos decir que desde que Yunho vio al joven príncipe, se generó en él una especie de obsesión con este, quería tenerlo cerca no dejarlo nunca, quería poseerlo que fuese solo suyo y de nadie más aunque eso significara convertirlo en uno de los suyos. Aunque todos lo odiaran por aquella acción, porque lo único que Yunho quería era ese poder que pocos tienen.